En abril, el Índice de Riesgo Empresarial que elabora Red Negocios de la Cámara de Comercio de Santiago[1] se ubicó en 8,06 puntos, alcanzando el mayor nivel en 22 meses. Con ello, el indicador acumula un aumento de 3,3 puntos respecto de julio del año 2021, mes en que se midió por primera vez el indicador.

[1] Red Negocios es una plataforma electrónica que permite evaluar y monitorear los riesgos comerciales, financieros, laborales y tributarios, de proveedores y contratistas para facilitar la toma de decisiones en los procesos de compra.

El Índice, que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La base de cálculo se construye a partir de los indicadores de más de 6 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de Red Negocios de la CCS.

En abril, el riesgo empresarial registró un deterioro, al subir 0,9 puntos respecto de marzo recién pasado. Estos resultados derivan de un comportamiento mixto en sus componentes. Por una parte, el índice laboral subió 1,8 puntos respecto del mes previo, y por otra, el de morosidad se mantuvo.

Lo anterior se tradujo en un aumento del indicador de riesgo empresarial desde 7,15 puntos en marzo a 8,06 puntos en abril.

El componente laboral mostró una fuerte alza, al subir 1,8 puntos respecto de marzo, donde el sub indicador de cumplimiento de compromisos laborales aumentó su riesgo 2 puntos respecto del mes previo. El indicador que mide las prácticas antisindicales, en tanto, se mantuvo sin variación. Con lo anterior, el indicador de Riesgo en Laboral pasó de 5,28 puntos en marzo a 7,10 puntos en abril.

Este comportamiento coincide con un deterioro de los principales indicadores del mercado laboral, afectado por el ajuste económico que atraviesa la economía.

El índice que mide el riesgo de morosidad en las empresas, por su parte, se mantuvo respecto de marzo recién pasado, ubicando al indicador en 9,02 puntos en abril. Sus componentes registraron movimientos mixtos, con una disminución de 0,1 puntos en la morosidad comercial y un alza de igual magnitud del indicador de protestos. Esta dinámica permitió que el indicador de morosidad se mantuviera respecto del mes anterior.

Índice de riesgo general por sectores

A nivel de sectores de actividad, se observó un deterioro generalizado en todos los rubros considerados en el indicador de riesgo respecto de marzo, siendo liderado por las empresas de Transportes, Logística y Comercio Exterior, que subió 1,6 puntos. A continuación se ubicó la Construcción, con un alza de 1,5 puntos, seguido por Servicios Empresariales y Financieros y Medio ambiente, ambos con alzas de 1,1 puntos.

Las actividades que mostraron menor deterioro fueron Comercio, Restaurantes y Hoteles y las ligadas a la Industria Química, Minera y de Recursos Naturales, con un alza de 0,6 puntos, Las empresas de Operación Industrial, en tanto, exhibieron un incremento de 0,4 puntos.

Índice de riesgo general por tamaño de empresa

Al descomponer el Índice de riesgo general por tamaño de empresa, destaca el deterioro en el segmento de las Grandes Empresas, al registrar una importante alza de 2,9 puntos respecto de marzo, lo que implicó pasar de un índice de 7,78 puntos en marzo a 10,70 puntos en abril. En este caso ambos componentes mostraron un deterioro en el margen. En particular el componente laboral mostró un alza histórica de 5,1 puntos. En tanto, el indicador de morosidad subió 0,8 puntos.

El Riesgo Empresarial en el grupo de las PYMEs experimentó un deterioro en el margen, al mostrar una variación de 0,2 puntos. Con ello, el indicador se ubicó en 7,4 puntos en abril. Esto fue resultado de un aumento del riesgo laboral (0,8 puntos) y una disminución en la morosidad (-0,4 puntos).

En el segmento de las Microempresas, en tanto, el riesgo empresarial se mantuvo respecto de marzo, en 6,08 puntos en abril.

El escenario para los próximos meses sigue siendo complejo, aunque las expectativas de crecimiento son algo mejores, el entorno económico continúa siendo incierto, en un contexto donde la inflación se ha mantenido alta, aunque a tasas descendentes.

Las bajas bases de comparación a partir de mayo permitirán observar variaciones positivas en 12 meses en la actividad económica, lo que será reforzado por el esperado inicio de normalización de la política monetaria por parte del Banco Central.