El Mercurio – La autonomía en el traslado diario de las personas está haciendo que cada vez más se busquen opciones de movilidad eficaces y rápidas. Entre ellas, los scooters han llamado la atención del público, tanto, que según datos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), obtenidos a través de su portal Comex, las importaciones de scooters eléctricos superaron los US$ 20 millones en 2019, lo que significa un incremento del 179% en relación con 2018.
Además del creciente gusto, las complicaciones en el transporte público experimentadas durante octubre y noviembre pasados impulsaron a muchos a adquirir estos productos como alternativa de desplazamiento. Así lo comenta Daniel Hoppmann, dueño de Fahren, firma chilena dedicada a la electromovilidad en el país.
Según cifras de la empresa, en octubre de 2019 las ventas subieron un 36,8% frente al año anterior; igualmente, noviembre tuvo un aumento del 25% y diciembre, un 30,8%. Como marca, se plantean el desafío de una ‘revolución en movilidad’, por lo que destacan como importante la eficiencia del traslado, y consideran ‘que esto tiene que ver con una experiencia gratificante para quienes usan estos mecanismos, poder movilizarte de un lugar a otro como si fuera un paseo’, comenta Hoppmann.
Para el dueño de Fahren, una de las cosas que hacen más atractivas a estas alternativas de desplazamiento es el ahorro económico que se puede conseguir con ellas. Explica que una carga eléctrica de sus baterías alcanza para un trayecto aproximado de 30 kilómetros e implica un costo de alrededor de los $150. Entre sus clientes, han evidenciado una distancia promedio de 10 kilómetros desde la casa hacia el trabajo, por lo que con una sola carga alcanzaría para ir y volver. Por ello, si bien el rango de precios de Fahren va desde los $399.000 hasta $1.700.000, Hoppmann comenta que ‘lo que vas a pagar en cuotas, te lo ahorras en el gasto diario de la locomoción pública y del auto’.
Las cifras de la CCS, por otro lado, revelan que el principal origen de estos móviles es China, país que concentra el 99% de la participación de importaciones chilenas de scooters. Le siguen Estados Unidos, Alemania y otros, que completan el 1% restante del total importado. Así, una expansión del 184% de las importaciones de scooters de procedencia china —US$ 20,33 millones comercializados en 2019, frente a los US$ 7,15 millones facturados en 2018— fue lo que impulsó al alza el total de las compras.