La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) organizó el foro digital “Economía en Cuarentena”, que reunió a los gerentes de estudio de los principales sectores de la economía nacional: Álvaro Merino (SONAMI), Javier Hurtado (CCHC), Francisco Gana (SNA), Rafael Palacios (SOFOFA), Matías Bernier (ABIF) y George Lever, (CCS) quienes analizaron la situación de sus áreas, coincidiendo que la emergencia sanitaria y la recesión global impactarán fuertemente a la economía chilena, aunque se refirieron también al repunte que debiera vivir la economía una vez que se supere la crisis.
Construcción
“Producto de la actual crisis sanitaria se espera una caída mayor en la inversión en construcción de 10,5% producto de una caída de 13,2% en vivienda y un 9% en infraestructura. Ya se están viendo paralizaciones de proyectos inmobiliarios y de infraestructura producto de cuarentenas, cordones sanitarios y medidas de distanciamiento social”, detalló Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CCHC.
Hurtado manifestó que las empresas han incorporado un protocolo sanitario desarrollado por la Cámara Chilena de la Construcción y la Mutual de Seguridad para minimizar los contagios en las obras existentes y poder seguir desarrollando la actividad. Es primordial la continuidad de la actividad, en la medida de lo posible, para minimizar efectos económicos y sociales
Minería
Álvaro Merino, gerente de Estudios de Sonami, destacó que “las compañías mineras están haciendo todos los esfuerzos posibles para mantener la continuidad operacional y están trabajando al ritmo que las complejas circunstancias actuales así lo permiten“.
En su exposición, Merino dijo que « si eventualmente se agudiza la crisis y se restringe la libre circulación, por razones sanitarias, no es descartable que las operaciones mineras tengan que detenerse».
En cuanto al comportamiento del precio del cobre, el gerente de Estudios de SONAMI dijo que el actual escenario de incertidumbre “nos continuará acompañando, a lo menos en el corto plazo, pues el debilitamiento de la economía mundial seguirá impactando el valor de los activos y materias primas, particularmente el cobre, generando alta volatilidad en su cotización“. Agregó que “el deterioro de los precios, está golpeando con fuerza los ingresos y márgenes operacionales de las compañías mineras“.
Para Chile, esta situación no le es indiferente, pues “por cada centavo de dólar promedio anual que cae la cotización del cobre, Chile disminuye sus ingresos por exportaciones en US$125 millones y el fisco en US$60 millones, por concepto de excedentes de Codelco y tributación de la minería privada.”
Comercio
Un complejo escenario para el comercio describió George Lever de la CCS, anticipando un período de entre 4 a 6 meses, por ahora, de contracciones en las ventas. A los cierres de gran parte de las tiendas físicas y la fuerte caída en la demanda, se suman distintos antecedentes que sugieren un rápido empeoramiento en el mercado laboral. Entre ellos, sendas encuestas realizadas por el mismo gremio a empresas y consumidores. En el caso de estos últimos, durante la segunda semana de abril el porcentaje que declara que dentro de su núcleo familiar al menos un integrante ha perdido su empleo subió hasta un record del 52%, muy por encima de los niveles en torno al 20% que se observaron durante el estallido social y también de las semanas previas, en que el indicador marcó 25, 36 y 44 por ciento, en medio del avance del Coronavirus en nuestro país. La situación más dramática se vive sin dudas en los segmentos de menores ingresos, alcanzando este indicador un 65% en el grupo socioeconómico D.
Por el lado de las empresas, en tanto, el porcentaje de firmas que indica que ha debido despedir trabajadores llegó al 20% en marzo, para luego escalar a 31% en la primera quincena de abril.
En opinión de la Cámara, estos antecedentes sugieren que el desempleo ya podría estar en dos dígitos, transformándose, junto al elevado porcentaje de empresas en alto riesgo de cierre (23%), en dos factores críticos a abordar con todo el arsenal de políticas públicas y privadas disponible.
Industria
Rafael Palacios, gerente de Políticas Públicas de Sofofa, explicó que “a pesar de que en las últimas semanas hemos observado una ralentización de la actividad económica en general, y de la actividad industrial en particular, producto de las medidas de distanciamiento social y cuarentenas implementadas para enfrentar la pandemia, aún es temprano para dimensionar los impactos económicos que la emergencia sanitaria tendrá en la actividad industrial. Sin embargo, conocemos que ésta enfrenta la crisis en un momento complejo, pues las últimas cifras de producción y ventas manufactureras, exportaciones industriales e inversión en maquinaria y equipos que publicamos mensualmente dan cuenta de caídas significativas desde el mes de octubre del año pasado, habiéndose registrado una tímida recuperación en el mes de febrero”.
Considerando entonces la heterogeneidad de la actividad industrial, además de la incertidumbre que aún persiste sobre el comportamiento del virus, la efectividad de las medidas sanitarias de control del contagio y el impacto de las medidas económicas anunciadas por el Gobierno y aquellas que se discuten en el Congreso, “es muy difícil proyectar su comportamiento para los próximos meses, ya que el alto grado de incertidumbre lleva a que cualquier estimación esté sujeta a un importante balance de riesgos. Y si bien adelantamos para los próximos meses una contracción de la actividad industrial, de la mano de una caída del comercio exterior, de la demanda interna y de las expectativas empresariales y de consumidores, la profundidad y duración de dicha contracción es todavía difícil de cuantificar“.
Agricultura
Francisco Gana, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), explicó que el principal impacto ha sido la caída en las exportaciones (-5%) que sólo en parte se debe a la crisis sanitaria, ya que hay otras razones como, por ejemplo, la sequía y un sector forestal más deprimido. Es difícil desacoplar estos tres efectos, aunque hasta ahora la mayor incidencia la ha tenido el sector forestal.
Agregó que el PIB agrícola se explica por las exportaciones, el consumo interno y el clima, por lo que estimamos que caiga alrededor de un 2%, siempre y cuando esta crisis sea acotada. Las exportaciones silvoagropecuarias caerían entre un 5% y un 5,6% en este año. Como el consumo por alimentos es relativamente inelástico no afectará tanto. A lo anterior, se suma la sequía que también tiene un efecto, que se refleja también en las exportaciones.
Banca
“La emergencia sanitaria y la recesión global impactarán también a la economía chilena, la cual ya se encontraba debilitada por los acontecimientos políticos y sociales ocurridos a partir del 18 de octubre, donde el impacto de la desaceleración económica es mayor en los segmentos de personas y de empresas de menor tamaño, los cuales ya han evidenciado una reducción en el flujo de crédito bancario“, señaló Matias Bernier, gerente de Estudios de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF).
Para el ejecutivo, un foco de preocupación para la banca tiene que ver con la cartera comercial grupal que tiene una caída importante y cierto deterioro cíclico.
Señaló que hay buenas razones para pensar que este shock es transitorio y que, tal como lo manifestara el Banco Central en su informe de política monetaria “la dinámica de recuperación podría tener forma de V fundamentalmente basada que es una crisis que tiene término aunque no sabemos la intensidad ni su extensión”.
En todo caso, señaló que “el escenario está muy abierto, no tenemos cifras importantes o proyecciones muy certeras que reportar. Típicamente en la banca el nivel de colocaciones responde al nivel de producto, por lo tanto uno podría hacer un modelo de elasticidad PIB, sin embargo con esta coyuntura eso pierde sentido, hay factores exógenos muy importantes que están operando y cuya oportunidad y magnitud no tenemos posibilidad de calibrar bien”.
Para revisar los detalles del Foro “Economía en Cuarentena”, puedes revisarlo en nuestro canal de YouTube AQUÍ.