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Presidente de la CCS presentó medidas de reactivación y perspectivas de la economía chilena en la XLVII Asamblea General de AICO

Durante el encuentro Peter Hill señaló que para 2021 “se estima una expansión de la economía sobre el 4,5%, con una importante recuperación de la demanda interna, particularmente de la inversión, aunque no será suficiente para alcanzar los niveles de actividad previo a la crisis sanitaria”.

En el marco de la XLVII Asamblea General de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO), que se realizó el martes 10 de noviembre, en Valencia, España, el presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) dio a conocer las medidas que ha tomado Chile para la reactivación económica producto del impacto de la pandemia del Covid 19, detallando los factores de incertidumbre comunes a los países latinoamericanos y las perspectivas de recuperación para el mediano plazo.

En su discurso inaugural del encuentro, Julián Domínguez, presidente de AICO, se refirió al rol fundamental de las cámaras de comercio en “generar soluciones frente a una crisis sin precedentes. Si bien la pandemia nos separa, la tecnología nos une”, comentó. 

En el panel “Acciones para la Reactivación Económica en Iberoamérica, Peter Hillseñaló que “en medio de un escenario donde persisten altos niveles de incertidumbre, nuestra Cámara prevé un escenario base en que la economía podría expandirse el 2021 sobre el 4,5%, con una importante recuperación de la demanda interna, particularmente de la inversión, aunque no será suficiente para alcanzar los niveles de actividad que tuvimos previo a la crisis sanitaria”.


Detalló que, a nivel global, Chile producto del estricto régimen de confinamiento, es uno de los países más afectados en materia de empleo y consumo. Entre marzo y septiembre, el empleo disminuyó un 18% promedio en Chile, solo superado por Perú entre las economías que han informado. En tanto, las ventas del retail, pese a su reciente recuperación potenciada por el retiro de fondos previsionales, cayeron casi un 15% en igual período, también entre los registros más sensibles a nivel global. El PIB nacional, en tanto, cayó un 14% en el segundo trimestre, 8 puntos más que el promedio global, y la inversión se contrajo un 15%.

Peter Hill explicó que en Chile la respuesta de política fiscal ha sido agresiva, destinando el Gobierno recursos extraordinarios para proteger el empleo, llevar liquidez y crédito a los hogares y empresas, e impulsar programas de inversión pública para movilizar la actividad económica, entre otras iniciativas que suman un esfuerzo fiscal superior al 10% del PIB.  “A ello se suma el impacto del retiro del 10% de las pensiones para jubilación de los trabajadores chilenos, y que probablemente tendrá una segunda versión en las próximas semanas. Entre ambos retiros se estima que los montos involucrados superan el equivalente a otro 10% del PIB.

Respecto al comercio señaló que, entre agosto y septiembre, el sector alcanzó cifras azules, ayudado por el retiro de fondos previsionales y la gradual reapertura de parte de las tiendas físicas. “A la fecha se han retirado más de US$ 16.000 millones y -de acuerdo a sondeos que hemos realizado entre consumidores- un 40% de ese monto se ha destinado a la compra de bienes (principalmente alimentos y bienes durables), y un 30% al pago de deudas. Se trata de una inyección cuantiosa de dinero que ha se ha transformado en la base de la reactivación de la demanda en los últimos meses”.

Para el último trimestre de 2020, el presidente de la CCS señaló que “prevemos un grado de dinamismo en la demanda proveniente del remanente del primer retiro de fondos de pensiones y de un posible segundo retiro por un 10% adicional. Esto coincide con el avance en los planes de desconfinamiento, que han ido activando gradualmente a distintos sectores de la economía. Además, las bases de comparación son bajísimas, considerando el impacto que tuvo sobre la economía el estallido social de octubre del año pasado.

Peter Hill señalo que para 2021, particularmente entre marzo y julio, se prevén altas tasas de crecimiento de la economía chilena, mientras que, a partir de agosto, las bases de comparación se pondrán más exigentes.

El dirigente gremial señaló que a diferencia de otras crisis ésta nos devolverá una economía muy distinta a la que conocíamos. “Una de las principales marcas post-COVID será la pérdida permanente en la capacidad de generación de empleo. La inversión, como de costumbre, se ajustará lentamente a los nuevos escenarios y demorará probablemente 3 años en recuperar sus niveles previos, pero tendrá una característica determinante: será menos intensiva en empleo”. Agregó que “consecuentemente, la elasticidad empleo-producto (cuánto crece el empleo cuando crece el PIB), también disminuirá. Es decir, la economía ocupará menos mano de obra por cada unidad de PIB que genere. Es algo que de hecho está ocurriendo en este convulsionado 2020: en los últimos meses, la caída del empleo duplica la del PIB: estamos generando un 10% menos de producto con un 20% menos de empleo”.