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Riesgo Empresarial cerró 2022 al alza

El índice de la CCS alcanzó su mayor nivel desde el inicio de la medición, en agosto de 2021. El deterioro del componente laboral explicó el aumento del indicador, al subir 0,6 puntos respecto de noviembre.

El Índice de Riesgo Empresarial que elabora Red Negocios de la Cámara de Comercio de Santiago se ubicó en 7,52 puntos en diciembre de 2022, alcanzando el nivel más alto desde que se tiene registro, por tercer mes consecutivo. Comparado con el año anterior, el indicador se ubicó 2,2 puntos por sobre el promedio de 2021, y aumentó 2,7 puntos respecto de julio del año 2021, mes en que se inició el indicador.

El Índice -que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo- se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La base de cálculo se construye a partir de los indicadores de más de 6 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de Red Negocios de la CCS.

En diciembre, el riesgo empresarial mostró un deterioro, al aumentar 0,3 puntos respecto del mes previo, con incrementos tanto en índice de morosidad como en el de riesgo laboral. Éste último resultó decisivo en el mes, al aumentar 0,6 puntos. El índice de morosidad, en tanto, experimentó un alza moderada, de solo 0,1 punto.

Lo anterior hizo pasar el indicador total de 7,18 puntos en noviembre, a 7,52 puntos en diciembre.

El aumento del riesgo laboral, por su parte, correspondió íntegramente a un alza en el subindicador de cumplimiento de compromisos laborales, que se incrementó 0,6 puntos respecto de noviembre. En tanto, el ítem de prácticas sindicales se mantuvo respecto sin variaciones respecto del mes previo. Con lo anterior, el indicador de Riesgo en Laboral pasó de 5,53 puntos en noviembre a 6,09 puntos en diciembre, el mayor desde que se tiene registro (agosto de 2021).

El índice que mide el riesgo de morosidad mostró un aumento de solo 0,1 punto respecto de noviembre, ubicándose en 8,95 puntos en diciembre, ambos componentes de este indicador registraron en el margen un alza de 0,1 punto.

A nivel de sectores de actividad, 9 de los 12 considerados en el indicador mostraron un deterioro en su riesgo, liderado por el sector ligado a la Industria Eléctrica, que aumentó 1,8 puntos respecto de noviembre. A continuación, le siguieron las empresas de Transportes, Logística y Comercio Exterior, que registraron un alza en su indicador de riesgo en 1,7 puntos respecto del mes previo. Más abajo se ubicó el sector de Servicios Empresariales y Financieros, con un alza de 0,8 puntos respecto de noviembre.

Las actividades que contrarrestaron en parte estos resultados y que mostraron una mejoría en el margen, fueron las empresas ligadas al Medio ambiente, con una caída en su riesgo en un punto. Le sigue el sector de Tecnología, Computación y Telecomunicaciones que mostró un caída de 0,2 puntos. Más abajo aparecen las empresas de Educación, Capacitación y Cultura, que disminuyeron su riesgo en solo 0,1 punto respecto del mes previo.

Al descomponer el Índice general por tamaño de empresa, en todos los tramos se observó un deterioro. 

En el segmento de las Grandes se registró la mayor alza, al subir de 0,6 puntos respecto de noviembre, ubicando a su indicador de riesgo en 9,92 puntos.

Esto se explica porque el indicador que mide el riesgo laboral en este segmento subió 1,4 puntos respecto del mes previo, llegando a 9,38 puntos. En tanto, el componente que mide la morosidad de grandes empresas contrarrestó parte de estos resultados, al caer 0,3 puntos respecto de noviembre.

El Riesgo Empresarial en el grupo de las PYMEs también experimentó un deterioro en el margen, al mostrar una variación de 0,3 puntos, ubicando al indicador en 6,65 puntos. Ello fue resultado del aumento en 0,3 puntos en el componente de morosidad y un alza de 0,2 puntos en el indicador laboral de este grupo de empresas.

Así mismo, el segmento de las Microempresas también presentó un deterior en su riesgo empresarial, al subir 0,2 puntos respecto de noviembre, dejando al indicador en 6,22 puntos en diciembre. Esta cifra se explicó por un alza de  0,3 puntos en el componente de morosidad y una de 0,2 puntos en el indicador laboral.

El escenario para los próximos meses sigue siendo complejo, con expectativas de contracciones en la actividad en los primeros trimestres del año que marcarán una recesión técnica, en un contexto de alta inflación y política monetaria agresiva. Los eventos más recientes, sin embargo, muestran algunas tendencias esperanzadoras desde el punto de vista de la situación económica global y del comportamiento de los precios, lo que permite ser más optimista de cara al segundo semestre.