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MIEMBRO DE:

CCS rechaza la alusión a la existencia de trampas en el comercio utilizadas en contra de sus propios consumidores

En la cuenta presidencial se anunció la Ley de Consumo Justo para combatir el sobreendeudamiento y terminar con las “odiosas trampas en el comercio”

En opinión de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) el espíritu de unidad y colaboración que fueron el eje central del discurso del Presidente de la República no se condice con la referencia a supuestas “trampas del comercio”, una desafortunada expresión que sugiere que las empresas del sector utilizan métodos al margen de la ley para abusar de sus propios clientes.

Si bien el Presidente relativizó indicando que no son todos y que no se pretende “meter a todos en el mismo saco”, la referencia hecha parece asumir que en la generalidad de la industria se dan estas malas prácticas. De hecho, en el texto del discurso no aparece dicha aclaración.

Sin desconocer la existencia real, en todos los sectores tanto privado como público, de malas prácticas que afectan a las personas, es importante destacar que en el comercio esas malas prácticas son excepcionalísimas y vigiladas muy de cerca por el sector, que por su naturaleza, es el más cercano al día a día de los consumidores y depende absolutamente de la relación de confianza con sus clientes.

Como CCS estamos orgullos del aporte que pequeñas, medianas y grandes empresas hacen al país; solicitamos un trato justo para un sector que trabaja y seguirá trabajando activamente en incorporar las mejores prácticas muy por encima del estándar legal.

Nos parece justo también reconocer los esfuerzos que realiza el sector por ampliar el compromiso de sus empresas con las mejores prácticas a través de la autorregulación. El ejemplo del comercio electrónico y sus enormes avances en adopción de buenas prácticas es elocuente. En los últimos años, además, hemos instaurado a través del Centro de Arbitrajes y Mediación un sistema de resolución de conflictos entre consumidores y empresas, Resolución en Línea, modelo que ha sido premiado internacionalmente y que ha logrado mejorar las tasas de respuesta a clientes a un 80% en menos de 3 días en promedio y la resolución de los casos en menos de 5. Lo anterior en contraste con el 40% de casos sin solución que menciona el Presidente para el modelo estatal administrado por el Sernac.

Un mínimo trato justo implica además de reconocer sus estándares y evolución, que el Estado se haga cargo en forma urgente de la seguridad y la informalidad, que ha llegado hasta el 27% del empleo, imponiendo verdaderas trampas que impiden el desarrollo justo de la actividad de la que forman parte las empresas de todos los tamaños, sus trabajadores, trabajadoras, sus consumidores y consumidoras.

Por otra parte, en relación a la reforma tributaria nos parece muy positivo que se llame al diálogo para construir un sistema de largo plazo que permita reducir la evasión y que contenga incentivos para recuperar la inversión y el empleo formal. Dicho pacto debe contener una estrategia de eficacia del gasto público, eliminando los programas mal evaluados o mal ejecutados, incorporando tecnología y simplificando el sistema para una mejor recaudación.