Frente a las numerosas denuncias de corrupción de público conocimiento, queremos expresar nuestro contundente rechazo. Los hechos son de una gravedad indignante y deben ser enfrentados con celeridad y sin empates ni ventajas.

Instamos a las empresas y a los funcionarios públicos de nuestro país, que desempeñan sus labores de manera ética, a seguir avanzando en la senda del trabajo bien hecho. Aunque este tipo de esfuerzos pueden no ser tan difundidos, ni generar impacto mediático instantáneo, eleva los estándares de cumplimiento, incluso por encima de la legislación, en beneficio de las personas y del país. 

Estas denuncias impactan la confianza de las personas en las instituciones públicas y privadas, así como en las empresas. Sin embargo, a la falta de ética y al delito no debemos darles el poder de socavar la esperanza y convicción de que nuestras acciones cotidianas marcan la diferencia. Ahora, más que nunca debemos visibilizar el trabajo bien hecho que aporta y merecemos los ciudadanos. 

Somos conscientes de que la corrupción existía en el pasado, persiste en el presente y existirá en el futuro. La clave radica en que, tanto las empresas como los funcionarios públicos y privados, cuenten con los procedimientos y herramientas necesarios para prevenirla, detectarla, castigarla con el máximo rigor y frenar su propagación. 

Es alentador señalar que, en nuestro país, estos casos continúan siendo descubiertos y repudiados con firmeza, gracias a la unión de todos aquellos que día a día trabajamos arduamente para mejorar a nuestro Chile  

Queremos hacer un llamado a renovar la esperanza en que el trabajo bien hecho produce los resultados necesarios. Con determinación y unidad, podemos construir un futuro en el que resguardemos la integridad y la transparencia, pilares de nuestra sociedad.