Más allá de la controversia generada por el reciente dictamen de la Dirección del Trabajo, las empresas avanzan en la implementación de los cambios requeridos por la ley de reducción de la jornada laboral, cuyo primer tramo entra en vigencia este viernes 26 de abril.
De acuerdo con el sondeo de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) aplicada a una muestra de 118 asociados, las empresas han adoptado distintas aproximaciones para adecuar sus esquemas de trabajo a la normativa. Así, un 46% de las consultadas ha optado por reducir una hora un día de la semana, mientras que un 24% utilizará la distribución proporcional de esa hora durante la toda la semana laboral.
Un 9% utilizará otro tipo de esquemas, como modelos mixtos, dependiendo del tipo de funciones o la reducción de más de una hora a la semana, adelantado el cumplimiento de la Ley prevista para los próximos años.
Un 21%, en tanto, indica que ya operaba bajo esquemas de jornadas de menos de 45 horas previo a las disposiciones de la Ley.
La diversidad de aproximaciones -gran parte acordadas con los mismos colaboradores- es evidencia de la importancia de mantener esquemas flexibles para facilitar las formas más eficientes de adecuación a los nuevos requisitos.
Del total de la muestra, la mitad señala que ya implementó la reducción de jornada, mientras la otra mitad lo hará a partir de este viernes. En el caso de las MiPymes, el 44% declara ya haber adelantado la aplicación de la norma, porcentaje que sube al 53% entre grandes empresas.
La presidenta de la CCS, María Teresa Vial, volvió a enfatizar que “es importante resaltar que la Ley fue publicada hace un año, y dado sus impactos en la operación de las empresas, estas han debido planificar con meses de anticipación los cambios requeridos para ajustar sus modelos de funcionamiento”.
Vial enfatizó que las empresas han cumplido con lo que mandata la Ley en su artículo tercero transitorio que en forma textual dice: “A falta de dicho acuerdo, el empleador o empleadora deberá efectuar la adecuación de la jornada reduciendo su término en forma proporcional entre los distintos días de trabajo, considerando para ello la distribución semanal de la jornada”. “Esta minuciosa preparación ha tenido lugar dentro del complejo escenario actual por el que ha debido transitar nuestra economía y que ha dejado atrás a más de 865 mil personas, representadas por el 8,5% de desempleo, además de la informalidad laboral, que alcanza al 27% de los trabajadores, los que no disponen de seguridad social”, comentó la líder gremial.
Precisamente respecto de sus impactos, un 44% de las empresas indica que la nueva normativa les ha impuesto o impondrá mayores costos laborales. Un 39%, en tanto, ha debido aumentar las horas extras y 22% los turnos de trabajo. Para un tercio de las empresas, en tanto, la reducción de jornada no presupone impactos relevantes.
Los antecedentes recabados en la encuesta de la Cámara de Comercio de Santiago serán entregados este martes en la tarde a la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, en una reunión para abordar esta materia.