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Zoom de Género reveló grandes diferencias de ingresos entre trabajadores formales e informales y entre cotizantes y no cotizantes 

De acuerdo con la versión más reciente del informe, elaborado por el Observatorio del Contexto Económico de la UDP, ChileMujeres y CCS, los ingresos promedios de las trabajadoras formales duplican a los de las informales.

La edición más reciente del Zoom de Género -informe mensual elaborado por el Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales, Chile Mujeres y la Cámara de Comercio de Santiago (CCS)- se centró en el tema “Brechas en ingresos y formalidad: ¿en qué segmentos están?”, cuyo análisis se basó en los datos procesados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2022 y la CASEN 2022. 

De acuerdo con el estudio, tanto el promedio como la mediana de los ingresos laborales en los empleos asalariados formales en el sector privado a jornada completa, son considerablemente superiores al promedio y mediana de quienes ejercen empleos por cuenta propia informal a jornada completa. En el caso de las mujeres esa diferencia es de 2,4 veces. Llevado a pesos, el salario promedio de las trabajadoras formales es de $771.674 versus $298.999 de las informales. A su vez, las brechas de género en el ingreso laboral son siempre mayores en los formatos a jornada parcial que en los de jornada completa.  

María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, explicó que el estudio “demuestra la necesidad de reforzar políticas públicas que apunten a la formalización laboral femenina, y por ello las recomendaciones se vinculan al derecho a sala cuna para madres y padres en todos los segmentos, facilitar el acceso a cotización para independientes, entre otras.  

Otro hallazgo es que tanto el promedio como la mediana de ingresos laborales es considerablemente mayor entre los ocupados que realizan cotizaciones previsionales. Las mujeres ocupadas que cotizan ganan en promedio 2,6 veces más que las que no lo hacen. Además, la brecha de género en el ingreso medio y mediano es considerablemente mayor entre quienes no cotizan para pensión: mientras la brecha de ingreso laboral promedio entre los cotizantes es de 22,9%, en el segmento de ocupados que no cotizan ésta se ubica en 36,7%.  

El porcentaje de ocupados que no cotizan para pensión es del 29% entre los hombres y de 30% en el caso de las mujeres. Esta situación es aún más preocupante en la jornada parcial: la mayoría de estos empleos en Chile se ejercen sin contar con protección social. En el caso de los hombres que trabajan a jornada parcial el 63,8% no cotiza para la vejez, mientras que el 61,8% de las mujeres que ejercen su ocupación en esta modalidad no cotizan para su pensión. 

Según el nivel de calificación, el informe señala que el porcentaje de ocupados que no cotiza es considerablemente menor entre quienes ejercen ocupaciones de alta calificación. En el caso de los hombres ocupados que ejercen empleos de alta calificación el 13,6% no cotiza, mientras que entre mujeres es un 11,4%. Las cifras se elevan dramáticamente cuando se considera a quienes cuentan con ocupaciones de mediana o baja calificación. En el caso de ellas, la prevalencia de ocupadas que no cotizan alcanza al 43,8% en este segmento.  

Los resultados también dan a conocer la relación entre niveles de ingreso y formalidad. A medida que los ocupados pertenecen a hogares de quintiles de mayor ingreso, disminuye la informalidad (ocupados que no cotizan para pensión). Así, mientras el 55,7% de los ocupados y el 61,1% de las ocupadas que pertenecen al quintil de menores ingresos no cotiza para pensión, en el quintil de mayores ingresos dicha prevalencia se reduce a 15% y 14,1%, respectivamente. Sobre esto la gerenta general de la Fundación, María José Díaz, explica: “Tenemos que generar leyes y estímulos para impulsar la formalidad laboral, con foco en las personas del quintil de menores ingresos. Es en este grupo donde las mujeres no sólo tienen las mayores tasas de desempleo, sino que además las que sí están logrando acceder a un trabajo son principalmente informales”. 

El director del OCEC UDP, Juan Bravo indicó que “dado que el cambio cultural toma tiempo, la política pública puede contribuir a acelerarlo a través de una legislación laboral que reconozca que la responsabilidad por el cuidado de los hijos es de ambos padres y no sólo de la madre. En ese sentido, urge reformar el diseño actual del beneficio de la sala cuna y avanzar decididamente hacia el postnatal igualitario”. 

“Zoom de Género” es el informe laboral que periódicamente analiza las brechas y detecta fenómenos emergentes, con el propósito de agilizar las respuestas de la sociedad y las autoridades para que las políticas públicas y empresariales se centren en los grupos que más ayuda necesitan. 

El informe completo está disponible en www.chilemujeres.cl y ocec.udp.cl.