En la sesión de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, celebrada el pasado martes 05 de noviembre, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) expuso sus observaciones al proyecto de ley que busca modificar el Código del Trabajo respecto a los horarios de salida y descanso en feriados electorales para los trabajadores del comercio (Boletín N° 17.187-13).
El proyecto de ley propone que los empleados del comercio concluyan su jornada laboral a las 19:00 o 20:00 horas de lunes a sábado y a las 17:00 o 18:00 horas los domingos y festivos. Esta regulación excluye a los trabajadores de microempresas que operan fuera de centros comerciales o complejos gestionados bajo una misma razón social.
George Lever, gerente de estudios de la CCS, e Ivonne Yañez, abogada de la entidad, argumentaron que, aunque la iniciativa busca promover una mejor conciliación laboral, podría imponer restricciones que comprometan la flexibilidad y sostenibilidad económica del sector, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Lever señaló que, actualmente, el comercio formal enfrenta una carga tributaria elevada y un contexto de crecimiento económico que no ha estado acompañado de un aumento proporcional en la generación de empleo formal. “El empleo informal ha crecido a tasas significativamente mayores, con un alza cercana al 8% hace algunos meses y superior al 15% en trimestres anteriores, mientras que el empleo formal se mantiene muy por debajo de lo esperado en este contexto de recuperación económica”, afirmó Lever, advirtiendo sobre el impacto de nuevas normativas en la creación de empleo.
Por su parte, Yañez explicó que las medidas propuestas podrían afectar la productividad y competitividad de las pymes, en un escenario ya desafiante por normativas recientes como la Ley Karin, la reducción de la jornada laboral y el aumento del salario mínimo. “Muchas pymes dependen de horarios extendidos en fechas clave, como la Navidad, para alcanzar sus niveles más altos de ingresos”, añadió, destacando que los horarios de cierre anticipados pondrían en riesgo la estabilidad económica de estas empresas y la de sus trabajadores.
El gremio subrayó que uno de los aspectos más preocupantes del proyecto es su falta de consideración por las diferencias regionales y sectoriales. La normativa no contempla particularidades de sectores como zonas turísticas y áreas de comercio nocturno, que necesitan horarios flexibles para prosperar, especialmente durante las temporadas altas. Lever destacó que “en regiones extremas, las ventas en horario vespertino representan hasta un 30% del total”, lo que evidencia la relevancia de estos horarios para la sostenibilidad económica local.
Asimismo, Lever advirtió que una normativa estandarizada sin considerar estas variaciones podría perjudicar más a algunas regiones y tipos de empresas, afectando el empleo y los ingresos. También alertó que restringir los horarios del comercio formal podría fomentar la informalidad, generando problemas adicionales de evasión y seguridad.
Finalmente, la CCS hizo un llamado a evaluar alternativas que protejan tanto el empleo como la estabilidad económica del comercio formal sin limitar su capacidad de adaptarse a las demandas del mercado y de los consumidores. Lever concluyó enfatizando la necesidad de que las políticas sean coherentes con las realidades del mercado y las particularidades regionales para evitar consecuencias negativas: “Sumar restricciones sin un análisis profundo de los impactos puede convertirse en un camino riesgoso que afecte la libertad de funcionamiento y aumente los costos para las empresas”.
La CCS instó a reconsiderar el contenido del proyecto y a buscar soluciones que equilibren la protección laboral y la sostenibilidad económica, garantizando así el desarrollo adecuado del sector comercio en el país.