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Sobre Nosotros

Somos una asociación gremial sin fines de lucro que reúne a más de 2.300 empresas de todos los tamaños y sectores. Promovemos el diálogo público-privado, representamos los intereses de nuestros asociados y participamos activamente en el debate legislativo.

Además, impulsamos el desarrollo empresarial a través de productos y servicios que fortalecen la gestión y competitividad de las empresas y emprendedores del país.

Gobierno Corporativo

Presentamos la estructura organizacional y principios que guían la gestión, dirección y control de nuestro gremio, en línea con las mejores prácticas de gobierno corporativo, promoviendo la transparencia, la ética y la responsabilidad en cada una de nuestras decisiones.

Ética y Transparencia

Promovemos una cultura organizacional basada en la ética, la integridad y la transparencia, fortaleciendo la confianza con nuestros colaboradores, clientes y la sociedad, a través de principios claros, buenas prácticas y cumplimiento normativo.

Alianzas

La CCS impulsa acuerdos estratégicos con entidades nacionales e internacionales para fortalecer el ecosistema empresarial, generar nuevas oportunidades, promover el intercambio de conocimientos y abrir mercados que aporten valor a nuestros socios y al desarrollo del comercio.

Comercio Electrónico

Impulsamos el desarrollo del comercio electrónico en Chile, promoviendo buenas prácticas y confianza en consumidores. Contribuimos a un ecosistema digital innovador, inclusivo y accesible, generando valor para empresas y clientes mediante tecnología e innovación.

  • Más de 700 marcas participan en eventos como el CyberDay, CyberMonday, Black Friday y más.
  • Nuestros eventos baten récords en venta, como el CyberMonday 2024 que alcanzó ventas de US$447 millones, superando proyecciones.
  • Organizamos seminarios en tendencia como eCommerce Day y Fashion Online, con talleres y networking.
  • Acompañamos a empresas socias con capacitaciones y espacios de colaboración.

Área Legislativa

Accede a nuestra plataforma con información legislativa clave y proyectos de ley que impactan al sector empresarial. Infórmate, participa y aporta en la construcción de normativas que promuevan el crecimiento sostenible de las empresas.

  • Consulta en tiempo real proyectos de ley y normativas relevantes para el mundo empresarial.
  • Incide en la discusión legislativa con propuestas y análisis desde el sector privado.
  • Representamos los intereses de nuestras empresas ante autoridades y tomadores de decisiones.
  • Representación de los intereses del sector supermercadista.

Sostenibilidad

Promovemos prácticas empresariales sostenibles, fomentando la responsabilidad social, el cuidado del medio ambiente y la eficiencia energética, contribuyendo al desarrollo de un Chile más equilibrado y consciente.

Descripción del contenido en la segunda columna.

  • Más de 100 empresas Comprometidas con iniciativas sostenibles y responsables.
  • Programas educativos sobre la importancia de la sostenibilidad en los negocios.
  • Eventos dedicados a compartir experiencias y buenas prácticas en sostenibilidad.

Innovación y emprendimiento

El área de innovación y emprendimiento de la CCS busca integrar a sus empresas y emprendedores en el ecosistema de innovación, promoviendo modelos colaborativos que transformen sus capacidades en proyectos de alto valor gremial.

  • Más de 200 empresas en programas de innovación y transformación digital.
  • Talleres y seminarios que abordan las últimas tendencias y herramientas innovadoras.
  • Red de expertos que asesoran y acompañan a las empresas en sus procesos de innovación.

Internacional

Abrimos nuevas oportunidades para los negocios de las empresas en el mundo, facilitando el acceso a mercados internacionales y conectándolas con contrapartes clave que impulsen sus operaciones de importación y exportación.

  • Más de 30 países con los que mantenemos relaciones comerciales y alianzas estratégicas.
  • Misiones comerciales que permiten a las empresas explorar y expandirse en nuevos mercados.
  • Asesoría especializada en comercio exterior y normativa internacional para nuestros socios.

Nuestros Comités

Los Comités de Trabajo de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) son grupos conformados por empresas socias que se reúnen periódicamente para abordar temáticas específicas de interés común.

¿Cómo funcionan?

  • Cada comité realiza reuniones mensuales donde se desarrolla un plan de trabajo previamente establecido.
  • Se solicita un porcentaje mínimo de asistencia por parte de los participantes.

Únete a nuestros Comités

Te invitamos a ser parte de nuestros comités de trabajo, espacios de colaboración donde podrás compartir tu experiencia, interactuar con otras empresas socias y contribuir activamente en iniciativas que promueven mejoras en el entorno empresarial.

Para participar, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:

  • Ser socio activo de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
  • Mantener al día el pago de tus cuotas.

Calendario

Te presentamos nuestro calendario de actividades, una herramienta que reúne todos los eventos, seminarios, talleres y encuentros organizados por la CCS a lo largo del año.

Aquí podrás encontrar información actualizada sobre fechas, temáticas, expositores y modalidades de participación. 

Eventos CCS

La Cámara de Comercio de Santiago organiza anualmente una serie de grandes eventos que reúnen a líderes empresariales, autoridades, expertos y emprendedores en torno a temáticas clave para el desarrollo del país.

Te invitamos a sumarte a estas instancias que impulsan la colaboración y fortalecen el ecosistema empresarial chileno.

Campañas comerciales

La Cámara de Comercio de Santiago impulsa durante el año diversas campañas comerciales masivas que buscan dinamizar el comercio electrónico y promover la participación de empresas de todos los tamaños. 

Estas campañas son parte del compromiso de la CCS con la transformación digital, la competitividad y el desarrollo del ecosistema e-commerce nacional.

Estudios

Accede a información estratégica a través de nuestros estudios, informes y análisis. Una fuente confiable para anticipar tendencias, entender el entorno económico y fortalecer tus decisiones empresariales.

  • Más de 100 estudios anuales con datos actualizados sobre comercio, consumo, empleo y economía.
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  • Acceso gratuito para socios y disponible en nuestra plataforma web.

Noticias CCS

En esta sección de Noticias CCS encontrarás información actualizada sobre nuestras actividades, estudios, eventos y temas clave del entorno empresarial. Una fuente confiable para estar al día con el quehacer gremial y económico.

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Noticias Comités de trabajo

Conoce las actividades y avances de nuestros Comités de Trabajo. Espacios donde las empresas socias abordan temáticas específicas, comparten experiencias y desarrollan propuestas que fortalecen el sector empresarial.

  • Más de 15 comités enfocados en áreas clave como comercio, sostenibilidad e innovación.
  • Reuniones periódicas para discutir avances y planificar acciones conjuntas.
  • Impacto real en políticas públicas y prácticas empresariales.

Contenido Patrocinado

Explora artículos y noticias desarrollados en colaboración con nuestros socios estratégicos. Contenido que aporta valor y perspectivas únicas sobre el entorno empresarial y comercial.

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Prensa CCS y Canal Multimedia

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Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM Santiago)

Con más de 32 años de experiencia, el CAM Santiago se ha consolidado como la institución líder en Chile en la administración de arbitrajes, mediaciones y otros mecanismos de resolución de conflictos. A lo largo de su trayectoria, ha gestionado más de 7.000 casos arbitraje y mediación, posicionándose como un referente confiable y de excelencia tanto en el país como en el ámbito internacional.

Comercio Electrónico

Nuestro Comité fue creado en 2011 para innovar y desarrollar el Comercio Electrónico en Chile con base en las buenas prácticas y el trabajo colaborativo entre sus miembros.

Nuestro objetivo es impulsar el desarrollo del ecommerce en Chile mediante la adopción de buenas prácticas que aseguren un alto estándar de servicio y que generen confianza en el consumidor, promoviendo así la innovación, la inclusión y la democratización del comercio digital.

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  • Más de 10 años haciendo eventos de promoción ecommerce

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Beneficios de socios:

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  • Resolución en Línea: Plataforma oficial de atención al cliente de los eventos Cyber. Sin costo adicional exclusivo para socios CCE.
  • Prueba Integración WhatsApp gratis: 1 mes (cupos limitados)

Centro de Arbitraje y Mediación

Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS)

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Comercio Exterior

Expandir tu empresa a nuevos mercados no tiene por qué ser complejo. En la CCS te acompañamos con herramientas prácticas, asesoría especializada y soluciones concretas para facilitar tu gestión internacional. Somos el partner que impulsa tu crecimiento global.

Accede a servicios como Transcomex, Tarjeta APEC, Carnet ATA, visaciones y Portal Comex. Conecta con nuevos destinos, simplifica trámites y fortalece tu presencia en mercados internacionales con el respaldo de la Cámara de Comercio de Santiago.

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Asuntos internacionales

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Descubre nuevos mercados y conéctate con contrapartes comerciales que pueden ayudarte a fortalecer y ampliar tus negocios de importación y/o exportación.

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Ecert

eCert es una empresa tecnológica chilena fundada por la Cámara de Comercio de Santiago, líder en el mercado nacional en la certificación electrónica, cuyos productos y servicios están orientados a proveer soluciones digitales a las personas, empresas y entidades gubernamentales en sus procesos y transacciones electrónicas. Sus equipos de expertos trabajan para brindar apoyo, asesoría y servicio a personas y empresas, en la integración de sus procesos digitales bajo servicios de calidad, con altos niveles de seguridad.

RedNegocios

RedNegocios de la CCS, es un registro electrónico de proveedores que ofrece servicios de evaluación y acreditación de empresas. Su compromiso está centrado en la satisfacción de sus clientes, mediante la innovación continua, altos estándares tecnológicos y una gestión eficiente y sostenible, orientada a la mejora permanente de sus procesos.

Boletín Comercial

El Boletín Comercial es una base de datos administrada por la CCS, que informa sobre el comportamiento de pago de personas y empresas. Su publicación responde a una obligación legal establecida por el D.S. N°950 de 1928 y la Ley N°19.628. Es una herramienta clave para evaluar riesgos y tomar decisiones seguras en relaciones comerciales.

Artikos

Artikos es una empresa filial de la Cámara de Comercio de Santiago, enfocada en impulsar la transformación digital de las organizaciones a través de soluciones en la nube especializadas en la gestión integral de proveedores. Esta plataforma facilita la automatización de procesos, mejora la eficiencia operativa y reduce riesgos, entregando herramientas digitales de alto impacto y valor estratégico para nuestros clientes.

Informe Compliance CCS Defontana

Septiembre 8, 2025

MONITOR DE COMPLIANCE EMPRESARIAL

En el marco de las nuevas exigencias que imponen obligaciones en materia de compliance a las empresas que operan en Chile, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y Defontana han creado una herramienta de autodiagnóstico online con el objetivo de permitirles a éstas evaluar el nivel de cumplimiento normativo de sus organizaciones.

Con la reciente implementación de nuevas normativas, como la Ley de Delitos Económicos y la Ley Karin, entre otras, las empresas enfrentan mayores exigencias en materia de compliance. En este contexto, este instrumento se presenta como un solución accesible y efectiva para que las organizaciones puedan medir su nivel de cumplimiento, compararse con el promedio y adoptar las medidas necesarias para fortalecer su gestión en esta área.

 

Completada la primera generación de 438 empresas auto diagnosticadas durante el primer semestre de 2025, la CCS y Defontana han realizado la primera evaluación del proyecto a partir de los resultados obtenidos en esta etapa.

 

El presente informe sintetiza estos resultados, con el objetivo de proporcionar indicadores agregados respecto del estado de preparación de la empresa chilena ante estas nuevas exigencias.

 

Debido a que los datos recopilados representan a empresas que se han autodiagnosticado a través de este instrumento, los resultados presentados no representan necesariamente de forma estadística al universo empresarial, si bien contienen información diversa en términos de tamaño y sectores de actividad de las organizaciones.

CONTEXTO

Una serie de normativas recientes imponen un conjunto de obligaciones a las empresas en Chile, principalmente orientadas a la prevención de ilícitos, la protección de los trabajadores y la seguridad de la información.

La Ley Karin (Ley N° 21.643) modifica el Código del Trabajo para fortalecer la prevención, investigación y sanción del acoso sexual, laboral y la violencia en el trabajo. Entre las obligaciones que plantea esta normativa se encuentran la exigencia de elaborar e implementar un protocolo de prevención, modificar el reglamento interno de orden, higiene y seguridad para incorporar dicho protocolo, realizar actividades de formación para los trabajadores, evaluar los riesgos psicosociales que puedan afectar a sus colaboradores, establecer canales de denuncia, entre otras.

La Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas (Ley N° 20.393), en tanto, establece que las empresas pueden ser penalmente responsables por ciertos delitos cometidos por sus dueños, gerentes, ejecutivos principales, o cualquier persona que esté bajo su dirección y supervisión, siempre que el delito se cometa en beneficio de la empresa. Para eximirse de esta responsabilidad, las empresas deben implementar un Modelo de Prevención de Delitos, y designar un Encargado de Prevención de Delitos, entre otros.

Ley de Delitos Económicos (Ley N° 21.595), que modifica y amplía la Ley N° 20.393, establece un nuevo sistema de responsabilidad penal para personas jurídicas y amplía el catálogo de delitos por los cuales una empresa puede ser sancionada. Para ello impone la necesidad de actualizar el Modelo de Prevención de Delitos de las empresas, reforzar los controles internos, implementar canales seguros de denuncia, capacitar a sus colaboradores y realizar evaluaciones periódicas por terceros independientes como atenuantes de responsabilidad penal.

La Ley Marco de Ciberseguridad (Ley N° 21.663), por su parte, establece una institucionalidad en materia de ciberseguridad y protección de la infraestructura crítica de información. Esta normativa impone a las empresas la obligación de realizar una evaluación de riesgos, identificando sus sistemas críticos, vulnerabilidades y brechas de seguridad, elaborar políticas de seguridad, implementar un plan de respuesta a incidentes, reportarlos, designar un encargado de ciberseguridad y realizar auditorías periódicas, entre otras.

 

PRINCIPALES RESULTADOS:

Resumen del indicador

El índice de compliance empresarial se estructura mediante tres dimensiones complementarias que capturan diferentes aspectos de la madurez organizacional en materia de cumplimiento: el pilar normativo, de equipo de trabajo, y de procedimientos y protocolos.

 

Los resultados preliminares revelan asimetrías estructurales y brechas de implementación entre distintos segmentos empresariales, evidenciando un patrón de desarrollo desigual que refleja tanto las limitaciones de recursos de las empresas más pequeñas como las diferencias sectoriales en la adopción de marcos de cumplimiento normativo.

 

El pilar normativo mide el nivel de conocimiento declarado por las empresas respecto al marco regulatorio aplicable, representando la dimensión cognitiva del compliance empresarial.

Los resultados evidencian una correlación positiva entre el tamaño empresarial y el conocimiento normativo, con un promedio general de 70 puntos sobre un máximo de 100. Las microempresas presentan un índice de 64 puntos, que luego se eleva a 68 y 75 puntos en el caso de las pequeñas y medianas empresas, para alcanzar sus máximos en el caso de las grandes (89 puntos). La brecha de 25 puntos entre microempresas y grandes empresas sugiere la existencia de economías de escala en la adquisición y procesamiento de información regulatoria.

A nivel de sectores también se observan algunas heterogeneidades, con la industria manufacturera alcanzando 77 puntos, seguida por actividades financieras y de seguros (75), actividades de servicio (70) y comercio al por mayor y menor (69). Esta distribución refleja tanto la intensidad regulatoria sectorial como los requerimientos específicos de compliance en industrias altamente reguladas. La proporción de empresas de menor tamaño en cada sector también condiciona los resultados.

El nivel relativamente alto del pilar normativo (70% promedio), indica que la difusión de información regulatoria ha sido relativamente efectiva en términos agregados. Sin embargo, la brecha inter-empresarial sugiere que las asimetrías informativas y de capacidades financieras constituyen una barrera significativa para el compliance uniforme en el tejido empresarial chileno.

El pilar de equipo de trabajo, por su parte, evalúa la presencia de recursos humanos dedicados o especializados en funciones de compliance, representando la dimensión organizacional del cumplimiento normativo.

Esta dimensión presenta un promedio de 62 puntos sobre 100, también con una distribución fuertemente estratificada por tamaño empresarial. Las microempresas alcanzan la menor puntuación, con 49 puntos, mientras que las grandes empresas lideran con 80 puntos, generando una brecha de 31 puntos, la más amplia entre los tres pilares analizados.

A nivel sectorial, las actividades financieras y de seguros alcanzan el máximo puntaje en esta dimensión, con 86 unidades, lo que resulta consistente con los requerimientos regulatorios específicos del sector. En contraste, el comercio al por mayor y menor presenta el menor desarrollo (57 puntos), por detrás de actividades de servicio (64) e industria manufacturera (68).

La amplia brecha observada en este pilar refleja las limitaciones de recursos humanos especializados en empresas de menor escala. La estructura de costos fijos asociada a la contratación de personal especializado en compliance genera barreras de entrada significativas para las PYMES, creando vulnerabilidades sistémicas en el cumplimiento normativo.

El pilar de Procedimientos y Protocolos, en tanto, mide la existencia de procedimientos formales, protocolos documentados y marcos institucionales estructurados para la gestión del compliance empresarial.

Esta dimensión presenta el desarrollo más limitado, con un promedio general de apenas 11 puntos sobre 100. Esta cifra revela una profunda brecha entre con el conocimiento normativo reportado (70 puntos), evidenciando la necesidad de avanzar de manera efectiva en la incorporación del marco regulatorio.

En este caso las grandes empresas alcanzan solo 17 puntos, mientras que las micro y pequeñas empresas registran 8 puntos, generando la menor brecha absoluta (9 puntos porcentuales), pero también los niveles más bajos de desarrollo institucional.

Por sectores, las actividades de servicio lideran con 16 puntos, seguidas por comercio e industria manufacturera (ambos 12), mientras que el sector financiero, presenta el menor desarrollo en esta área (9 puntos) a pesar de su liderazgo en otros pilares.

Los bajos niveles generalizados en este pilar indican que el compliance empresarial chileno permanece en una etapa incipiente de institucionalización, lo que probablemente se relaciona con lo reciente de algunas normativas relevantes, por lo que las organizaciones se encuentran en etapa de adaptación a ellas. Esto sugiere que en los próximos trimestres este indicador debiera subir de manera relevante.

 

Nivel de conocimiento de leyes por parte de las empresas

Los datos revelan una marcada heterogeneidad en el conocimiento normativo empresarial. La Ley Karin presenta el mayor nivel de reconocimiento con un 86% de las empresas encuestadas, seguida por la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas (53%) y la Ley de Delitos Económicos (52%), ambas con un nivel de conocimiento intermedio. La Ley Marco de Ciberseguridad presenta la menor penetración, con apenas 36% de conocimiento entre las firmas de la muestra.

Esta distribución sugiere un patrón de adopción normativa que refleja tanto la antigüedad de las regulaciones como su impacto mediático y coercitivo. La alta prevalencia de conocimiento sobre la Ley Karin puede atribuirse a su reciente promulgación y amplia cobertura mediática, mientras que el bajo conocimiento sobre ciberseguridad indica una brecha significativa en la preparación empresarial ante riesgos digitales emergentes.

Los datos evidencian, además, una correlación positiva robusta entre el tamaño empresarial y el conocimiento normativo. Las grandes empresas alcanzan niveles de conocimiento cercanos o iguales al 100% en Ley Karin y Responsabilidad Penal (100% y 93% respectivamente), mientras que las microempresas presentan los menores niveles en todas las categorías normativas. Particularmente notable es la brecha en ciberseguridad, donde las grandes empresas triplican el conocimiento de las micro y pequeñas empresas (61% vs. 34% y 30%, respectivamente).

Esta segmentación refleja las economías de escala en la gestión del conocimiento legal y los recursos diferenciados para compliance. Las empresas grandes poseen mayor capacidad de inversión en asesoría especializada y sistemas de información legal, así como mayores sanciones por incumplimiento, mientras que las microempresas enfrentan restricciones de recursos que limitan su capacidad de actualización normativa. Esta asimetría genera potenciales riesgos de cumplimiento diferenciados según el tamaño empresarial.

Implementación de Modelos de Prevención del Delito

Los resultados revelan una implementación del modelo de prevención del delito altamente estratificada por tamaño. Las empresas grandes presentan una tasa de implementación del 67%, contrastando significativamente con las microempresas (21%). El promedio general de implementación del 31% indica que aproximadamente dos tercios de las empresas chilenas no han materializado sistemas formales de prevención en esta área.

La baja tasa agregada de implementación sugiere la existencia de barreras económicas para la adopción de modelos de prevención del delito. Los costos fijos de implementación y mantenimiento de estos sistemas generan una mayor adopción en empresas de mayor escala, creando una brecha de compliance que puede traducirse en riesgos asimétricos de exposición legal y reputacional en el mercado.

El análisis de los contenidos de los modelos de prevención revela una priorización hacia sistemas de gestión de denuncias, con la Ley Karin liderando (80%), seguida por la matriz de riesgo actualizada (78%). Los componentes contractuales (65%) y los sistemas de gestión de denuncias de delitos económicos (64%), presentan niveles intermedios, mientras que las políticas de ciberseguridad y protección de datos muestran la menor incorporación (45%).

Esta distribución refleja un posible enfoque reactivo hacia el compliance, privilegiando mecanismos de detección y respuesta sobre estrategias preventivas. La baja integración de ciberseguridad sugiere una subestimación de riesgos digitales o limitaciones en la capacidad técnica para abordar estas amenazas emergentes.

En general, estos resultados sugieren que los esfuerzos de compliance se han centrado en cumplir con requisitos legales explícitos –como establecer canales de denuncia obligatorios– más que en adoptar herramientas integrales de gestión de riesgos. La alta prevalencia de sistemas de denuncia obedece claramente a las exigencias normativas recientes, mientras que elementos más estratégicos (matrices de riesgo, políticas contractuales), parecen estar menos difundidos. Fortalecer estos componentes rezagados sería importante para consolidar una cultura de integridad corporativa más robusta y mitigar riesgos de manera integral.

Prioridad otorgada al cumplimiento normativo por las empresas

El sentido de urgencia ante la necesidad de implementar modelos de prevención del delito no está claramente difundido. Un 45% de las empresas que no lo ha hecho declara que no se trata de una prioridad, mientras que el restante 55% planea implementarlos en los próximos meses.

Esta distribución sugiere la existencia de dos segmentos empresariales diferenciados: uno proactivo que reconoce la urgencia del tema y otro que subestima los riesgos asociados o enfrenta restricciones de recursos que postergan la implementación.

Políticas formales de ciberseguridad

Los resultados evidencian una implementación notablemente baja en la mayoría de los estratos empresariales, con un promedio general del 20%. Las grandes empresas lideran con 44%, mientras que las microempresas presentan apenas 16% de implementación, las pequeñas del 18% y las medianas del 21%. En otras palabras, más de la mitad de las grandes empresas (56%) y la vasta mayoría de las pymes (80-85%), carecen actualmente de una política de ciberseguridad.

 

La baja penetración general de políticas de ciberseguridad revela una posible vulnerabilidad sistémica en el ecosistema empresarial chileno. Esta situación puede generar externalidades negativas considerables, donde los riesgos en empresas menores pueden comprometer la seguridad de cadenas de valor completas.

Esta escasa penetración de políticas formales sugiere que la gestión de la ciberseguridad aún no ha sido institucionalizada en muchas organizaciones, quedando posiblemente relegada a medidas informales o reactivas. Dado el auge de amenazas cibernéticas (fraudes electrónicos, robos de datos, ransomware) y la potencial exposición financiera y reputacional asociada, la ausencia de políticas estructuradas representa un riesgo latente para la continuidad de negocio, especialmente en las pymes que tienden a ser más vulnerables.

Las implicancias económicas de esta brecha son significativas: inversiones en ciberseguridad y cumplimiento podrían traducirse en mayor resiliencia y menor costo por incidentes en el mediano plazo, por lo que fomentar políticas formales en empresas de todos los tamaños resulta prioritario para elevar el nivel de preparación del sector privado frente a riesgos digitales.

Componentes de las políticas de ciberseguridad
El control de acceso a sistemas críticos emerge como el componente más prevalente (72%), seguido por políticas formales alineadas con la Ley 21.663 (64%), y planes de acción (63%). La capacitación presenta un nivel intermedio (58%), mientras que las pruebas de vulnerabilidad muestran la menor implementación (44%).

Esta distribución indica un enfoque centrado en medidas de control de acceso inmediatas, con menor énfasis en elementos proactivos, como testing de vulnerabilidades.

En suma, las políticas de ciberseguridad vigentes tienden a cubrir los aspectos básicos de capacitación y control de accesos, y en buena medida buscan alinearse con el nuevo marco normativo, pero parecen adolecer de profundidad en herramientas avanzadas de gestión de riesgos (como planificación de respuesta y testeos). Esto podría indicar una madurez incipiente en los programas de seguridad: muchas empresas han dado pasos iniciales (establecer políticas, normas de acceso, etc.), pero aún no incorporan plenamente el ciclo de mejora continua que implican los ejercicios de simulación y la formulación de planes detallados de respuesta ante incidentes.

 

Fortalecer estos componentes menos adoptados sería crucial para que las políticas existentes pasen de un enfoque principalmente preventivo estático (establecer reglas) a uno dinámico y resiliente, donde la preparación y la evaluación continua reduzcan efectivamente la probabilidad e impacto de los eventos de ciberseguridad.

Los datos muestran una ligera inclinación hacia la implementación futura, con 54% planificando abordar ciberseguridad en los próximos 12 meses y 46% sin considerarlo prioritario

Designación de oficiales de compliance

Los resultados revelan que 59% de las empresas carecen de oficiales de compliance designados. Entre las que sí cuentan con esta función, predominan los servicios externos (30%), sobre empleados internos (11%). Las grandes empresas muestran un patrón inverso, con 63% utilizando servicios externos y 19% empleados internos, mientras que un 74% de las microempresas carecen completamente de esta función.

La alta prevalencia de servicios externos sugiere la existencia de economías de escala en servicios especializados de compliance. Para empresas grandes, la externalización puede representar acceso a expertise especializado, mientras que para empresas menores constituye la única opción viable económicamente.

Las organizaciones de mayor tamaño no solo implementan más modelos y políticas, sino que también designan responsables claros para gestionarlos, lo que probablemente redunda en un cumplimiento más efectivo. En cambio, la ausencia de un oficial en empresas pequeñas puede implicar un menor seguimiento de las materias de cumplimiento en el día a día. Desde una perspectiva institucional, resulta clave promover mecanismos para que las pymes accedan a servicios de compliance asequibles (por ejemplo, asesorías compartidas o figuras asociativas), de modo que ninguna empresa quede sin acceso a orientación experta. A medida que el entorno regulatorio se torna más exigente, la profesionalización de la función de cumplimiento será un factor diferenciador para evitar sanciones y mejorar las prácticas éticas en empresas de todo porte.

Contratación de asesoría legal o tributaria

Finalmente, el informe examina en qué medida las empresas cuentan con asesoría legal o tributaria externa o interna de forma permanente, lo cual es indicativo de su capacidad para manejar temas complejos de normativa, impuestos y contratos.

Los resultados muestran nuevamente un patrón de relación directa entre tamaño de empresa y uso de asesoría especializada. Las microempresas presentan el menor penetración, con un 54% de ellas utilizando servicios externos y un 14% capacidades internas, mientras que casi un tercio declara no contar con este tipo de servicios. Esta última proporción disminuye a un 17% en las pequeñas empresas, un 12% en las medianas y un 11% en las grandes.

Estos resultados sugieren que el segmento micro suele apoyarse en gestión propia o empírica para sus obligaciones legales y fiscales, posiblemente por restricciones de presupuesto o porque percibe sus operaciones como simples. Sin embargo, implica también un riesgo de desconocimiento normativo o errores en el cumplimiento tributario por falta de guía especializada.

 

A medida que aumenta el tamaño empresarial, crece la proporción que dispone de asesoría. En las pequeñas empresas, si bien predomina aún la ausencia de consejo jurídico permanente, ya es más común contratar asesores externos, e incluso algunas cuentan con personal interno encargado de asuntos legales o tributarios. En las empresas medianas, la presencia de apoyo legal/tributario aumenta a un 88%. Por último, en las grandes empresas la institucionalización de departamentos legales y contables es la norma: una alta proporción dispone de equipos jurídicos o tributarios propios, complementados en ciertos casos por consultores externos para materias especializadas.

En general, los resultados de este primer diagnóstico revelan un panorama heterogéneo del compliance empresarial en Chile, caracterizado por significativas brechas entre conocimiento normativo e implementación efectiva, así como marcadas asimetrías según el tamaño empresarial. La evidencia sugiere la necesidad de un trabajo diferenciado que aborde las restricciones específicas de cada segmento empresarial, particularmente en áreas emergentes como ciberseguridad, donde la vulnerabilidad sistémica requiere de una intervención coordinada.

Riesgo Empresarial se mantiene elevado, pero disminuye en el primer trimestre

19 Mayo 2025

De acuerdo al Índice de RedNegocios de la CCS

Riesgo Empresarial se mantiene elevado, pero disminuye en el primer trimestre

El Índice de Riesgo Empresarial que elabora RedNegocios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) se ubicó en 7,49 puntos en el primer trimestre de este año, luego de que en a fines de 2024 alcanzara su segundo mayor nivel trimestral desde que se tiene registro. Con ello, el indicador mostró una mejora en el margen, al caer 0,8 puntos en relación al trimestre previo. De cualquier forma, el Índice se ubicó 2 puntos por sobre el promedio de los registros de 2021, año en que comenzó su medición.

Indicador de Riesgo Empresarial

Indicador de Riesgo Empresarial

 

En términos trimestrales, los componentes del Índice mostraron variaciones mixtas. Por un lado, el apartado financiero experimentó un leve deterioro, aumentando 0,2 puntos. Por otro, el indicador laboral se redujo en 1,8 puntos respecto al cuarto trimestre del año anterior.

En cuanto a los segmentos empresariales, las grandes empresas reflejaron una mejoría en su riesgo, al observarse una disminución de 1,5 puntos en comparación con el último trimestre de 2024.

Con ello, el índice general pasó de 8,29 puntos en el cuarto trimestre del año pasado a 7,49 puntos en el primer trimestre de este año, revirtiendo el alza registrada en el periodo previo, al caer 0,8 puntos.

Entre los factores que configuran el panorama actual para las empresas se encuentra el anuncio del gobierno de EE.UU. sobre el aumento de aranceles a nivel global. Esto ha llevado a las compañías a reestructurar sus estrategias para mitigar los posibles efectos, especialmente el alza en los precios de comercialización tanto de materias primas como de productos terminados.

A esto se suma un complejo escenario interno, donde la demanda sigue débil, nuevas regulaciones laborales han incrementado los costos y afectado la capacidad de generación de empleo, los márgenes continúan reducidos y los costos de financiamiento siguen siendo elevados. Además, la persistencia de los problemas geopolíticos añade incertidumbre al entorno empresarial.

El Índice, que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y financieros (cumplimiento comercial y protestos). La metodología es aplicada mensualmente a una muestra con más de 7 mil, las cuales forman parte del registro de proveedores de RedNegocios de la CCS.

Indicador de Riesgo Empresarial Laboral

Indicador de Riesgo Empresarial Laboral

Índice de riesgo empresarial por componentes

El componente laboral mostró una importante mejoría respecto del periodo anterior, al disminuir en 1,8 puntos. El subindicador de riesgo en cumplimiento de compromisos laborales explicó esta dinámica, al decrecer en 2 puntos, manteniéndose constante el indicador que mide prácticas
antisindicales. Con lo anterior, el riesgo laboral pasó de 6,82 puntos en el último trimestre de 2024 a 5,01 puntos en el primero de este año.

Por otra parte, el componente financiero, que mide el riesgo de morosidad en las empresas, mostró un leve deterioro, al aumentar en 0,2 puntos y dejar al indicador en 9,97 puntos, luego de que en el primer trimestre del año pasado se observara el nivel más alto de los 3 años que cubre la medición (10,74 puntos). A nivel de subcomponentes, ambos mostraron un leve deterioro respecto del cuarto trimestre de 2024, con un alza de 0,3 puntos en el indicador de morosidad comercial, y de 0,1 puntos en el riesgo de protestos.

Desde una mirada más histórica, en términos de nivel anual destaca el deterioro del indicador que mide el riesgo financiero, donde el indicador de morosidad pasó de 7,38 puntos en el 2021 a 9,97 puntos en el primer trimestre de este año 2025, aumentando en 2,6 puntos.

Indicador de Riesgo Empresarial Morosidad

Indicador de Riesgo Empresarial Morosidad

Evaluación anual del Indicador de Riesgo Empresarial por componentes

Evaluación anual del Indicador de Riesgo Empresarial por componentes

Índice de riesgo empresarial por sectores
A nivel de sectores de actividad, respecto del trimestre previo se observó una mejora generalizada a excepción de dos sectores. De los 12 rubros considerados en el Índice, 10 registraron descensos en su nivel de riesgo, siendo el rubro de Medioambiental el que presentó una mayor disminución de riesgo (-2,5 puntos). Le siguen las empresas ligadas a Servicios Empresariales y Financieros (-2,3 puntos), y las vinculadas a Educación, Capacitación y Cultura, con un descenso de 1,6 puntos.

En tanto, las actividades que aumentaron su nivel de riesgo respecto del trimestre previo, corresponden a empresas de Operación Industrial, con un alza de 0,5 puntos, y las entidades clasificadas en la Industria Eléctrica, con aumento de 0,3 puntos.

Al margen de las variaciones, los sectores que mostraron mayor nivel de riesgo en el primer trimestre de este año fueron Transportes, logística y comercio exterior, con un índice de 9,36 puntos; Salud y Seguridad, con 8,9 puntos, y el sector eléctrico con 8,76 puntos.

Índice de riesgo por tamaño de empresa
Al descomponer el Índice de riesgo general por tamaño, el segmento de grandes empresas mostró una importante mejoría, al registrar una caída de 1,5 puntos en su indicador, llegando a los 7,91 puntos.

El buen desempeño en este segmento de empresas se debe principalmente a la mejora del componente laboral, al registrar una baja en 3,3 puntos, ubicando este indicador en 5,31 puntos, lo que revierte el alza observada en el cuarto trimestre del año pasado, cuando se ubicaba en 8,64 puntos. Desde una mirada más histórica, en este grupo de empresas se aprecia un deterioro respecto del promedio del 2021, ya que registra un alza de 1,4 puntos.

En el segmento de pequeñas y medianas empresas también se observó una mejora en el margen, al disminuir el riesgo en 0,5 puntos, ubicando al indicador en un nivel de 7,43 puntos. Por componentes, estos mostraron movimientos mixtos: por una parte, el financiero aumentó en 0,2 puntos, y por otra, el laboral cayó en 1,3 puntos. Cabe mencionar que en este grupo de empresas el indicador agregado se ha incrementado en 2 puntos desde el promedio de 2021.

Por su parte, la categoría de microempresas también exhibió una mejoría, al caer en 0,4 puntos respecto del trimestre previo, quedando en 7,01 puntos. Por componentes, ambos indicadores registraron movimientos disímiles en relación al cuarto trimestre del 2024. El índice financiero aumentó en 0,2 puntos, mientras que el laboral descendió 0,9 puntos. En los últimos años, sin embargo, el riesgo de este segmento ha aumentado en 3,4 puntos comparado con el promedio de 2021, donde el peor comportamiento corresponde al subindicador financiero (+4,5 puntos).

 

Riesgo Empresarial alcanza en el primer trimestre su mayor nivel en 3 años

De acuerdo al el Índice de RedNegocios de la CCS

Riesgo Empresarial alcanza en el primer trimestre su mayor nivel en 3 años

El indicador del primer trimestre se ubicó en 8,35 puntos, comenzando el año con el mayor deterioro desde que se tiene registro, dinámica que se dio en todos sus componentes, especialmente en el financiero y con mayor intensidad en el segmento de las PYMEs.

Una demanda, que pese la reciente recuperación, continúa debilitada, sumado a mayores costos, márgenes más estrechos y altas tasas de interés son los principales factores que explican el complejo escenario que enfrentan las empresas.

 El Índice de Riesgo Empresarial que elabora RedNegocios de la Cámara de Comercio de Santiago (1) se ubicó en 8,35 puntos en el primer trimestre de este año, alcanzando la mayor posición desde que se tiene registro de la serie trimestral (2021). Así, el indicador de riesgo mostró un aumento de 0,8 puntos respecto del trimestre previo, situándose en más de 3 puntos por sobre los niveles de 2021, cuando comenzó su medición.

Este aumento se acentuó en el mes de enero, al alcanzar 9,15 puntos, uno de los registros más altos desde su inicio, y en marzo, alcanzando 8,1 puntos.

Riesgo Empresarial Alcanza En El Primer Trimestre Su Mayor Nivel En 3 Años

En casi todos los componentes se evidenció que el deterioro observado durante el año pasado continuó en la primera parte de este año, alcanzando la mayoría de ellos sus niveles más altos de los últimos años, a excepción del indicador de prácticas antisindicales, que se ha mantenido estable durante el período analizado. La situación más preocupante se observa en la morosidad comercial, que superó los 18 puntos en el primer cuarto de este año, luego de que en el último cuarto del año pasado sobrepasara los 16 puntos, mostrando con ello un deteriora más persistente en el componente financiero del riesgo.

Dentro de los factores que marcan el complejo escenario que enfrentan las empresas se encuentran una demanda que, pese a su reciente recuperación, continúa debilitada, sumándose mayores costos y márgenes más estrechos, empeoramiento en el acceso y costo del crédito, así como también disminuciones en las ganancias.

El Índice, que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La metodología es aplicada a una muestra de algo más 7 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de RedNegocios de la CCS.

Riesgo Empresarial Alcanza En El Primer Trimestre Su Mayor Nivel En 3 Años

El aumento del riesgo detectado en la primera parte del año se debió a alzas registradas en ambos componentes del Índice. Por una parte, el índice de riesgo financiero mostró un aumento de mayor magnitud, de 1,3 puntos, y por otra, el indicador laboral mostró un alza de 0,2 puntos respecto del trimestre previo.

Con ello, el Índice general trimestral pasó de 7,6 puntos en el cuarto trimestre del año pasado, a 8,35 puntos en la primera parte de este año.

 

Índice de riesgo empresarial por componentes

 El componente financiero, medido por el índice de riesgo de morosidad en las empresas, mostró una importante alza de 1,3 puntos respecto del trimestre previo, dejando al indicador en 10,74 puntos, el nivel trimestral más alto en los 3 años que cubre la medición. Por subcomponentes, se observó un deterioro en ambos indicadores. Por una parte, el indicador de morosidad comercial subió 1,5 puntos, y por otra, el que mide el riesgo de protestos mostró un aumento de 1,1 puntos respecto del trimestre previo.

Riesgo Empresarial Alcanza En El Primer Trimestre Su Mayor Nivel En 3 Años

El componente laboral también mostró un desgaste en relación al trimestre previo, aunque de menor magnitud, al subir 0,2 puntos. El subindicador de riesgo en cumplimiento de compromisos laborales explicó esta dinámica, al aumentar los mismos 0,2 puntos, manteniéndose constante el que mide las prácticas antisindicales. Con lo anterior, el Riesgo Laboral pasó de 5,78 puntos en el cuarto trimestre a 5,95 puntos en la primera parte de este año.

El deterioro que ha presentado el indicador laboral coincide con el aún débil desempeño de las principales variables del mercado del trabajo, que dan cuenta del ajuste que atraviesa la economía.

 

Índice de riesgo empresarial por sectores

 A nivel de sectores de actividad se verificaron comportamientos mixtos respecto del trimestre previo, donde la mayoría anotó deterioros. De los 12 rubros considerados en el índice, 9 registraron aumentos en su nivel de riesgo, siendo el de Transportes, Logística y Comercio Exterior el más afectado, con un incremento de 3,3 puntos. Le siguen las empresas relacionadas a Medio Ambiente, con un aumento de 1,8 puntos en su riesgo. Más abajo se ubican las empresas relacionadas con la Operación Industrial y la Industria Eléctrica, con un alzas de 1,6 y 1,1 puntos, respecto al último trimestre del año pasado, respectivamente.

En el otro extremo, los sectores que mostraron una mejora en su riesgo corresponden a Salud y Seguridad, cuyo Índice bajó -1,5 puntos; Comercio, Restaurantes y Hoteles (-0,9 puntos) y Servicios Empresariales y Financieros (-0,3 puntos). Particularmente en el sector comercio, esta mejora responde a la recuperación relativa de la demanda, en un contexto en que las ventas minoristas han ido saliendo de un largo ciclo de resultados negativos.

Al margen de las variaciones, los sectores que mostraron los mayores niveles de riesgo en la primera parte del año fueron Transportes, Logística y Comercio Exterior (12,48 puntos); y el sector Eléctrico, con un índice de 9,86 puntos.

 

Índice de riesgo por tamaño de empresa

 Al descomponer el Índice de riesgo general por tamaño de empresa, el segmento de PYMEs destacó por su deterioro, al registrar un importante aumento de 0,8 puntos en la primera parte de este año, alcanzando un índice de 8,09 puntos, el nivel más alto en todo el período de medición. El subindicador de morosidad explicó buena parte de estos resultados al registrar un ascenso de 1,6 puntos, en tanto el laboral se mantuvo respecto del último trimestre del año pasado.

La categoría de las Microempresas muestra que desde la última parte del año pasado se ha intensificado su trayectoria de deterioro, al alcanzar su mayor indice de riesgo, con 8,56 puntos en el primer trimestre de este año, por sobre el nivel del resto de los segmento de empresas, y con un aumento cercano a 5 puntos en los últimos 3 años. Las cifras recientes muestran que esta trayectoria continúa, pero en menor magnitud, al escalar un 0,2 puntos respecto del último cuarto del año pasado. Su desempeño se explicó por un aumento de 0,3 puntos en el indicador de morosidad y de 0,1 puntos en el laboral.

En el segmento de Grandes Empresas, también se observó un deterioro, aunque de menor intensidad que en las PYMEs, al mostrar un aumento de 0,5 puntos, situando su indicador de riesgo en 8,3 puntos. Esta dinámica se explicó principalmente, por un aumento en el componente de morosidad de 1,3 puntos, mientras que su indicador laboral disminuyó en 0,4 puntos respecto del periodo anterior.

El escenario para la empresas en los próximos meses se mantiene complejo, si bien las expectativas generales de una mejoría en los niveles de actividad y demanda, control inflacionario, reducción en las tasas de interés y mayor crecimiento, debieran ir generando las condiciones para que el riesgo empresarial comience a descender.

 

(1) RedNegocios es una plataforma electrónica que permite evaluar y monitorear los riesgos comerciales, financieros, laborales y tributarios, de proveedores y contratistas para facilitar la toma de decisiones en los procesos de compra.

Disminuye Riesgo Empresarial en el tercer trimestre

Disminuye Riesgo Empresarial en el tercer trimestre

El indicador se ubicó en 7,30 puntos, 0,7 puntos por debajo del segundo trimestre, aunque muy por encima de los valores alcanzados en 2021.

El Índice de Riesgo Empresarial que elabora RedNegocios de la Cámara de Comercio de Santiago1 se ubicó en 7,30 puntos en el tercer trimestre del año, luego de alcanzar el mayor nivel de los últimos 2 años en el trimestre anterior. Así, el indicador de riesgo muestra una disminución de 0,7 puntos entre ambos períodos, si bien se sitúa más de 2 puntos por sobre los registros de 2021, cuando comenzó su medición.

Pese a la disminución trimestral, en el margen, en el mes de septiembre, se observó un aumento de 0,4 puntos en relación a agosto, llegando a los 7,46 puntos.

El Índice, que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La base de cálculo se construye a partir de los indicadores de cerca de 7 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de RedNegocios de la CCS.

La disminución en el riesgo detectada en el tercer trimestre de este año se debió a un caída en el índice de riesgo laboral por 1,4 puntos, mientras que el indicador de morosidad se mantuvo sin variaciones respecto del trimestre previo.

Con ello, el indicador de riesgo empresarial pasó de 7,98 puntos en el trimestre abril junio a 7,30 puntos en el tercer cuarto del año.

Índice de riesgo por componentes

El componente laboral mostró una importante mejora en relación al trimestre previo, al caer 1,4 puntos. El subindicador de riesgo en cumplimiento de compromisos laborales explicó en gran medida esta dinámica, al bajar en 2,1 puntos, manteniéndose constante el indicador que mide las prácticas laborales. Con lo anterior, el indicador de Riesgo Laboral pasó de 6,63 puntos en el segundo trimestre a 5,25 puntos en el periodo julio-septiembre.

La volatilidad que ha presentado el indicador laboral coincide con el deterioro de las principales variables del mercado del trabajo, afectadas por el ajuste que atraviesa la economía.

Por el lado del componente financiero, el índice que mide el riesgo de morosidad en las empresas se mantuvo respecto del trimestre previo, dejando al indicador en 9,35 puntos, el nivel trimestral más alto desde que se tiene registro (2021). A nivel de componentes se observó un comportamiento mixto. El indicador que mide los protestos registró una baja de 0,2 puntos respecto del segundo trimestre, mientras que el riesgo de morosidad comercial subió 0,3 puntos.

Índice de riesgo por sectores

 A nivel de sectores de actividad también se verificaron comportamientos mixtos respecto del trimestre previo. De los 12 rubros considerados en el Índice de riesgo, 10 mostraron una mejoría respecto del segundo trimestre, liderado por las empresas de Transporte, Logística y Comercio Exterior, con una caída de 3,5 puntos.

A continuación se ubicaron las empresas de Medio ambiente, con una baja de 2,4 puntos, seguido por las ligadas a la Construcción, con una caída de 2,1 puntos.

Por otro lado, las actividades que incrementaron su medición de riesgo corresponden al Comercio, Restaurantes y Hoteles, con un alza de 1,4 puntos, seguido de Educación, Capacitación y Cultura, que subieron 1 punto respecto del segundo trimestre de este año.

En términos de niveles, los sectores que muestran mayor nivel de riesgo son las empresas ligadas al Comercio, Restaurantes y Hoteles, con 9,28 puntos, las de Transporte, Logística y Comercio Exterior, con 8,67 puntos y las de la Construcción, con 8,21 puntos. Todos sectores que se han visto fuertemente afectados por las condiciones económicas, ante una importante caída en la demanda, sumado a las restricciones de acceso al financiamiento.

Índice de riesgo por tamaño de empresa

Al descomponer el Índice de riesgo general por tamaño de empresa, destaca la mejora en el segmento de las Grandes Empresas, que registran una caída de 2 puntos respecto del segundo trimestre, situándose en 7,69 puntos.

Esta dinámica se explicó porque ambos componentes mostraron una mejora en el margen. Por una parte, el componente laboral disminuyó 3,3 puntos respecto del trimestre previo, llevando al indicador laboral a 5,59 puntos en el periodo julio-septiembre. En tanto, el indicador de morosidad bajó 0,6 puntos respecto de del trimestre previo, hasta 9,79 puntos.

En el segmento de las PYMEs, el índice de riesgo mostró un leve descenso de 0,2 puntos respecto del segundo trimestre. Este resultado se deriva de una caída de medio punto en el indicador laboral junto a un aumento de 0,1 punto en el riesgo de morosidad, con lo que el indicador se sitió en 7,21 puntos en el tercer trimestre.

En el segmento de Microempresas, en tanto, se observó un deterioro en el margen: en julio- septiembre el indicador de riesgo subió 0,2 puntos respecto del segundo trimestre, ubicando al Índice en 6,93 puntos. Por componentes, ambos mostraron comportamiento mixtos, por una parte, el de morosidad subió un punto, y por otra, el indicador laboral cayó medio respecto del trimestre previo.

El escenario para los próximos meses se mantiene complejo, con una caída en la demanda agregada que sigue golpeando a la actividad económica, en medio de una estrecha liquidez, mayores costos e indicadores financieros deteriorados.

Para lo que sigue, la actividad económica se verá favorecida por el factor estadísticos de las bajas bases de comparación, que a partir de octubre deberían permitir observar mejorías en la medición en 12 meses, las que se irán reforzado por el inicio de la normalización de la política monetaria iniciada por el Banco Central.

 

 

 

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Índice de Riesgo Empresarial alcanza su nivel más alto desde 2021

El indicador se ubicó en casi 8 puntos en el segundo trimestre de este año, 0,6 puntos por encima del trimestre anterior y 2,8 puntos arriba del tercer trimestre de 2021, cuando comenzó su medición.

El Índice de Riesgo Empresarial que elabora RedNegocios de la Cámara de Comercio de Santiago, alcanzó en el segundo trimestre su mayor nivel desde que se inició su medición, en julio de 2021. El indicador promedió 7,98 puntos en el período, 0,6 por encima del trimestre anterior y 2,8 puntos arriba del tercer trimestre de 2021, cuando promedió 5,16 unidades.

A nivel mensual, en junio de este año se ubicó en 7,85 puntos, su tercer mayor nivel en los 24 meses de registro histórico, luego de que en mayo pasado alcanzara el máximo.

Con ello, el indicador mensual acumula un aumento de 3,1 puntos respecto de julio de 2021, mes de su primera medición.

El Índice, que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo, se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La base de cálculo se construye a partir de los indicadores de más de 6 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro deproveedores de RedNegocios de la CCS.

Pese al aumento trimestral, el riesgo empresarial registró una mejora en el margen en junio, al caer 0,3 puntos respecto de mayo recién pasado. Estos resultados derivan de un comportamiento mixto en sus componentes. Por una parte, el índice laboral disminuyó 1,4 puntos respecto del mes previo, y por otra, el de morosidad registró un deterioro, al subir 0,9 puntos respecto a mayo.

Con ello, el indicador de riesgo empresarial pasó de 8,14 puntos en mayo a 7,85 puntos en junio.

 

Índice de riesgo por componentes

El componente laboral mostró una importante mejora, al caer 1,4 puntos respecto de mayo, donde el subindicador de riesgo en cumplimiento de compromisos laborales explicó en gran medida esta dinámica, al bajar en 1,6 puntos. El indicador que mide las prácticas, en tanto, se mantuvo sin variación. Con lo anterior, el indicador de Riesgo Laboral pasó de 7,20 puntos en mayo a 5,76 puntos en junio.

La volatilidad que ha presentado el indicador laboral, coincide con el deterioro de los principales indicadores del mercado del trabajo, afectado por el ajuste económico que atraviesa la economía.
El índice que mide el riesgo de morosidad en las empresas, en tanto, aumentó 0,9 puntos respecto de mayo recién pasado, ubicándose en 9,95 puntos en junio. El componente morosidad explicó buena parte de estos resultados, al mostrar un alza de 1,6 puntos respecto de mayo. Mientras, el riesgo de protestos subió 0,1 punto en relación al mes previo.

Índice de riesgo por sectores

A nivel de sectores de actividad, se observó un comportamiento mixto. De los 12 rubros considerados en el indicador de riesgo, 7 mostraron una mejoría respecto de mayo, liderados por las empresas de Transportes, Logística y Comercio Exterior, con una caída mensual de 3 puntos.
A continuación se ubicó la Industria Eléctrica, con una baja de 0,9 puntos, seguida por empresas ligadas al Medio ambiente, con una caída de 0,7 puntos.
Las actividades que mostraron mayor deterioro fueron Educación, Capacitación y Cultura, con una importante alza de 2,8 puntos, Servicios Empresariales y Financieros (0,7 puntos), y Salud y Seguridad, que subieron 0,6 puntos en junio.

Índice de riesgo por tamaño de empresa

Al descomponer el Índice de riesgo general por tamaño de empresa, destaca la mejora en el segmento de las Grandes Empresas, al registrar una importante baja de 1,8 puntos respecto de mayo, lo que implicó pasar de un índice de 10,34 puntos en mayo a 8,49 puntos en junio. Esta dinámica se explicó por la mejora en el componente laboral, que disminuyó 4 puntos respecto del mes previo, luego de que en mayo este indicador mostrara un nivel históricamente alto (10,53 puntos). En tanto, el de morosidad subió 0,3 puntos respecto de mayo.

En el segmento de las Microempresas, en cambio, se observó un aumento de 1,2 puntos en junio, ubicando al indicador en 7,64 puntos. Gran parte de este resultado se explicó por un aumento de 2,3 puntos en el componente morosidad, manteniéndose sin cambios el laboral.
En el segmento de las PYMEs, en tanto, se produjo un aumento mensual de 0,1 puntos, alcanzando las 7,55 unidades en junio. Esto fue resultado de un aumento del riesgo de morosidad (0,6 puntos) y una disminución en el indicador laboral (-0,4 puntos).

El escenario para los próximos meses se mantiene complejo, con una caída en la demanda agregada que sigue golpeando a la actividad económica, en medio de una estrecha liquidez, mayores costos e indicadores financieros deteriorados.

Las bajas bases de comparación a partir de octubre permitirán observar variaciones positivas en 12 meses en la actividad económica, lo que será reforzado por el inicio de la normalización de la política monetaria anunciada el viernes pasado por el Banco Central.

 

 

 

 

 

 

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Riesgo Empresarial cerró 2022 al alza

El índice de la CCS alcanzó su mayor nivel desde el inicio de la medición, en agosto de 2021. El deterioro del componente laboral explicó el aumento del indicador, al
subir 0,6 puntos respecto de noviembre.

El Índice de Riesgo Empresarial que elabora Red Negocios de la Cámara de Comercio de Santiago1 se ubicó en 7,52 puntos en diciembre de 2022, alcanzando el nivel más alto desde que se tiene registro, por tercer mes consecutivo. Comparado con el año anterior, el indicador se ubicó 2,2 puntos por sobre el promedio de 2021, y aumentó 2,7 puntos
respecto de julio del año 2021, mes en que se inició el indicador.

El Índice -que adopta valores entre 0 y 100 puntos, donde 100 representa el mayor nivel de riesgo- se elabora a partir de indicadores laborales (cumplimiento de obligaciones laborales y prácticas sindicales), y de morosidad (cumplimiento comercial y protestos). La base de cálculo se construye a partir de los indicadores de más de 6 mil empresas al mes, las cuales forman parte del registro de proveedores de Red Negocios de la CCS.
En diciembre, el riesgo empresarial mostró un deterioro, al aumentar 0,3 puntos respecto del mes previo, con incrementos tanto en índice de morosidad como en el de riesgo laboral. Éste último resultó decisivo en el mes, al aumentar 0,6 puntos. El índice de morosidad, en tanto, experimentó un alza moderada, de solo 0,1 punto.

Lo anterior hizo pasar el indicador total de 7,18 puntos en noviembre, a 7,52 puntos en diciembre.

El aumento del riesgo laboral, por su parte, correspondió íntegramente a un alza en el subindicador de cumplimiento de compromisos laborales, que se incrementó 0,6 puntos
respecto de noviembre. En tanto, el ítem de prácticas sindicales se mantuvo respecto sin variaciones respecto del mes previo. Con lo anterior, el indicador de Riesgo en Laboral pasó de 5,53 puntos en noviembre a 6,09 puntos en diciembre, el mayor desde que se tiene registro (agosto de 2021).
El índice que mide el riesgo de morosidad mostró un aumento de solo 0,1 punto respecto de noviembre, ubicándose en 8,95 puntos en diciembre, ambos componentes de este
indicador registraron en el margen un alza de 0,1 punto.

A nivel de sectores de actividad, 9 de los 12 considerados en el indicador mostraron un deterioro en su riesgo, liderado por el sector ligado a la Industria Eléctrica, que aumentó
1,8 puntos respecto de noviembre. A continuación, le siguieron las empresas de Transportes, Logística y Comercio Exterior, que registraron un alza en su indicador de riesgo
en 1,7 puntos respecto del mes previo. Más abajo se ubicó el sector de Servicios Empresariales y Financieros, con un alza de 0,8 puntos respecto de noviembre.

Las actividades que contrarrestaron en parte estos resultados y que mostraron una mejoría en el margen, fueron las empresas ligadas al Medio ambiente, con una caída en su riesgo en un punto. Le sigue el sector de Tecnología, Computación y Telecomunicaciones que mostró un caída de 0,2 puntos. Más abajo aparecen las empresas de Educación,
Capacitación y Cultura, que disminuyeron su riesgo en solo 0,1 punto respecto del mes previo.

Al descomponer el Índice general por tamaño de empresa, en todos los tramos se observó un deterioro.

En el segmento de las Grandes se registró la mayor alza, al subir de 0,6 puntos respecto de noviembre, ubicando a su indicador de riesgo en 9,92 puntos.
Esto se explica porque el indicador que mide el riesgo laboral en este segmento subió 1,4 puntos respecto del mes previo, llegando a 9,38 puntos. En tanto, el componente que mide la morosidad de grandes empresas contrarrestó parte de estos resultados, al caer 0,3 puntos respecto de noviembre.

El Riesgo Empresarial en el grupo de las PYMEs también experimentó un deterioro en el margen, al mostrar una variación de 0,3 puntos, ubicando al indicador en 6,65 puntos. Ello fue resultado del aumento en 0,3 puntos en el componente de morosidad y un alza de 0,2 puntos en el indicador laboral de este grupo de empresas.
Así mismo, el segmento de las Microempresas también presentó un deterior en su riesgo empresarial, al subir 0,2 puntos respecto de noviembre, dejando al indicador en 6,22 puntos en diciembre. Esta cifra se explicó por un alza de 0,3 puntos en el componente de morosidad y una de 0,2 puntos en el indicador laboral.

El escenario para los próximos meses sigue siendo complejo, con expectativas de contracciones en la actividad en los primeros trimestres del año que marcarán una recesión
técnica, en un contexto de alta inflación y política monetaria agresiva. Los eventos más recientes, sin embargo, muestran algunas tendencias esperanzadoras desde el punto de
vista de la situación económica global y del comportamiento de los precios, lo que permite ser más optimista de cara al segundo semestre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

————————Fin estudio —————————-