En el último año, el debate sobre el regreso a las oficinas ha ocupado un lugar central en las estrategias de las empresas en general. Tras la masificación del teletrabajo durante la pandemia, muchas compañías han oscilado entre la flexibilidad y la necesidad de recuperar la presencialidad. Hoy, a cinco años de iniciada la pandemia, la pregunta clave es: ¿realmente las oficinas siguen siendo indispensables o estamos ante un cambio de paradigma irreversible?