Por María Teresa Vial, Presidenta Cámara de Comercio de Santiago y Presidenta de Alianza Anticorrupción UNCAC Chile
Señor Director:
Hace unos días se publicó en este diario el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) 2022, que elabora la Americas Society/Council of the Americas, que mide la capacidad de 15 países de América Latina para detectar, castigar y prevenir la corrupción. Uruguay lideró el ranking (7.42 puntos de 10), seguido por Costa Rica (7.11) y Chile (6.88).
En un acercamiento a los resultados se puede destacar que nuestro país se mantuvo en los tres primeros lugares respecto del período anterior, siendo la variable ‘Calidad general de la democracia’ la de mayor crecimiento, además de mostrar importantes repuntes en ‘Movilización de la sociedad civil contra la corrupción’ y en ‘Nivel de conocimientos y recursos disponibles para combatir los delitos de cuello blanco’, entre otros.
Esto demuestra la resiliencia y el trabajo de diversos actores en esta lucha.
En esa tarea por promover las buenas prácticas trabaja hace 10 años con éxito la Alianza Anticorrupción Uncac, que tengo el gran honor y desafío de liderar. El grupo lo integran 32 instituciones del sector público, privado, la sociedad civil, la academia y organismos multilaterales.
Pero más allá de avanzar en los rankings, el desafío es seguir cuidando aspectos tan relevantes como la transparencia, la rendición de cuentas, la integridad y, en especial, nuestra democracia.
Por eso, como si fuera otra pandemia a prevenir, debemos fortalecer el sistema inmune de las organizaciones con la vacuna anticorrupción, incorporándola al ADN del mundo público y privado, considerando este valor como clave para el desarrollo íntegro de nuestro país.
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