Distintas son las razones a las que se pueden atribuir el aumento de los arbitrajes, y en particular en el CAM Santiago. En primer lugar, una institución reputada en esta materia, como lo es el CAM Santiago, que sienta las bases para una resolución imparcial al conflicto; en segundo lugar, un Reglamento Arbitral que permanentemente se va mejorando, conforme la práctica arbitral se va desarrollando; y en tercer lugar, por la reputación, especialización y alto conocimiento técnico con el que cuentan los árbitros institucionales sobre la materia objeto del juicio.

Respecto del aumento de los arbitrajes institucionales conocidos por el estudio, nuestro socio Marcelo Alarcón actualmente es parte de la nómina de Árbitros Jóvenes del CAM Santiago, y al respecto señala: “Ejercer la función jurisdiccional como árbitro implica una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, una oportunidad de crecimiento profesional riquísima, tanto a nivel personal como del equipo, toda vez que la visión del arbitraje como tribunal enriquece la formación de abogado en todo su conjunto”.

Asimismo, nuestro estudio ha participado en distintas disputas en materia de construcción y concesiones de obras públicas, de la mano del socio Ignacio Vargas, quien representa activamente a múltiples actores de la industria, y que señala: “En disputas técnicas, como las que vemos habitualmente en el sector de infraestructura, el arbitraje por lejos es el mejor mecanismo para resolverlas, ya que contar con un Tribunal Arbitral más especializado que se apoye en asistentes técnicos para entender el problema y luego resolverlo es fundamental. Esto el CAM Santiago hace un tiempo lo entendió muy bien y lo ha promovido acertadamente a mi juicio”.