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MIEMBRO DE:

La cláusula arbitral: no sólo un copy-paste.

Conforme a una sentencia de la Iltma. Corte de Apelaciones de Concepción, la cláusula compromisoria o arbitral consiste en un “acuerdo de voluntades mediante la cual las partes acuerdan someter un asunto litigioso futuro y eventual a la resolución de un árbitro, obligándose a nombrar el árbitro en un acto posterior.” (N° de Ingreso 210-2019) Si bien la definición de la Corte es correcta, la cláusula es más compleja de lo que parece. Por ejemplo, las partes en la cláusula arbitral pueden determinar no sólo que sustraen de la justicia ordinaria cierto conflicto, sino que también pueden determinar la calidad con la que actuará el árbitro, si proceden o no recursos en contra del laudo arbitral, el número de árbitros, una eventual etapa de mediación previa al arbitraje (cláusulas escalonadas) o, incluso, complejizando más el asunto, pueden pactar la libre elección de una o ambas partes para sustraerse del arbitraje, aun existiendo cláusula arbitral (cláusulas combinadas).

En este sentido, para facilitar la tarea de las partes y propender a una uniformidad de las cláusulas arbitrales, el CAM Santiago ha hecho un excelente trabajo en difundir distintos modelos de cláusulas arbitrales, dependiendo de la clase de arbitro que resolverá el futuro y eventual litigio, como también la procedencia o no de recursos en contra de su laudo arbitral.

No obstante, la cláusula arbitral no debería ser un copy-paste de estos útiles modelos de cláusulas, ya que se deben analizar diversos factores que, en caso de un futuro y eventual litigio, se ajusten de mejor manera a los propios intereses de cada parte y propendan a un fallo justo, imparcial y especializado, conforme lo amerite el caso. En efecto, al momento de redactar o elegir una cláusula arbitral, cada una de las partes debería considerar el negocio que se está regulando a través del contrato, la complejidad de un eventual y futuro litigio, la industria a la que pertenecen, la posición de éstas en el contrato, cuál de ellas tiene mayor probabilidad de que inicie un reclamo, las cuantías involucradas, etc. Factores que, a su vez, son claves para determinar la calidad del árbitro, el número de ellos, la procedencia o no de recursos en contra del laudo arbitral, la inclusión de una mediación previa, entre otros elementos.

En este contexto, contar con abogados que, en esta etapa precontractual, tengan una mirada desde el mundo del arbitraje como árbitro y como parte, constituye una ventaja comparativa al momento de analizar los diversos factores para redactar o elegir una cláusula arbitral.