En tiempos de crisis medioambiental y de conciencia hacia un modelo sustentable, se ha puesto foco en los llamados “plásticos de un solo uso” que son los artículos desechables y difícilmente reciclables que están contaminados con grasa o aceites de la comida, lo que genera un gran problema de reciclado y de una imparable producción de millones de desechos que llegan inevitablemente a nuestros océanos. Un estudio realizado por las organizaciones Oceana y Plastic Oceans Chile en 2020, concluyó que entre los locales de comida y el delivery se producen 23.240 toneladas de plásticos de un solo uso al año. A esto hay que sumar el enorme tiempo que demora en degradarse el plástico: entre 100 y 1000 años.
En este contexto y como una medida para proteger el medio ambiente y disminuir la generación de este tipo de residuos, comenzó a regir la “Ley de Plásticos de un solo uso”, la cual establece que en los lugares de expendio de comidas no deberán entregar utensilios, tales como cubiertos, bombillas, vasos, platos, botellas, artículos de plumavit, entre otros, que se desechen una vez que se utilicen. Para reemplazar estos artículos, la ley permite el uso de utensilios compostables, artículos reutilizables o insumos que hayan obtenido la aprobación del Ministerio del Medio Ambiente. Adicionalmente, los supermercados deberán recibir y comercializar bebidas en botellas retornables, evitando el uso de envases desechables.
Esta ley dará un plazo de 3 años de adaptación, en donde todos los locales de expendio de comida estarán obligados a usar solo productos reutilizables para el consumo. Los locales de delivery solo podrán entregar envases y contenedores de comida de plásticos compostables certificados.
Esta ley que se basa en tres pilares fundamentales: eliminar plásticos innecesarios, innovar para que los plásticos sean reutilizables, reciclables o compostables, y hacer circular los plásticos, ha obligado a las empresas a replantear sus modos de producción y de envasado de alimentos, a través de la capacitación e información, pero también a través de la cooperación para cumplir los objetivos que se ha planteado la ley.
Verónica de la Cerda, gerenta general de TriCiclos, destaca que las empresas están interesadas en sumarse a este cambio a través de la participación y aportando con información de cómo sería la aplicabilidad de esta ley a la realidad.
“Hay empresas interesadas que están viendo opciones de retornabilidad a través de esta nueva ley y queriendo cooperar, ya que esto va a traer cambios en la producción y venta. Los productores de alimentos y bebidas van a tener que preocuparse de contar con modelos de logística y de entrega de sus productos que fomentan la reutilización y cambiar los envases que tenían a otro tipo de soluciones compostables. Y también para los locatarios y dueños de restaurantes donde se vendan bebidas o comida, también representa un cambio, si es que esto implica a modelos de retornabilidad en la manera de servir”, destaca la ejecutiva.
Ante este desafío, las empresas se han visto en la necesidad de crear nuevas soluciones y, en esta labor, la organización ha dispuesto soluciones para que la meta de disminuir la generación de residuos plásticos por parte de las empresas y locales de expendio de comidas se cumpla.
“En TriCiclos hemos visto la necesidad de crear nuevas soluciones para poder implementar esta ley. Es por esto que estamos lanzando un piloto de retornabilidad en el sector de entrega a domicilio. Nuestro piloto llamado “Retorna” que lo que hace es tratar de resolver el cómo vender comida desde un restaurant a domicilio a través de las empresas de delivery, de las aplicaciones, en un formato retornable, en donde las personas puedan devolver los envases en lugares que les resulte de fácil acceso”, explica de la Cerda.
Por otra parte, el Ministerio del Medio Ambiente promoverá e implementará programas de educación ambiental dirigidos a la ciudadanía sobre productos de un solo uso que se encuentren en circulación y fomentará el uso de productos reutilizables.