“La digitalización no solo es una herramienta de modernización, sino una necesidad imperiosa para aumentar la competitividad y resiliencia de nuestra economía” afirmó el ministro de Hacienda Mario Marcel, en el reciente Encuentro Nacional de la Empresa (Enade). Y es que aquellos países que se están haciendo cargo de adoptar este desafío implementando y transformando distintos sectores productivos tradicionales a través de la tecnología, permiten mejorar la productividad, generar nuevas oportunidades de empleo y por ende, el desarrollo y crecimiento de las naciones.
La Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) y la consultora Boston Consulting Group en un informe sobre el estado de la economía digital reveló que el 24% de la economía española es digital y el ambicioso objetivo que se ha puesto el país europeo es aumentar esta proporción al 40% para el año 2030. Este porcentaje refleja la creciente importancia de las tecnologías en diversas áreas, desde el comercio electrónico hasta los servicios financieros y la automatización industrial.
“Chile necesita crecer, salir de este estancamiento en el cual estamos en estos últimos 15 años y la importancia de la transformación digital y el rol que cumplen las fintech es fundamental en este proceso desde el mundo financiero. Las fintech ofrecen soluciones innovadoras que simplifican y agilizan los procesos incluyendo pagos, préstamos, inversiones y la gestión de finanzas personales. Además, contribuyen a eliminar barreras y reducir costos para los usuarios. La expansión de la economía digital no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también permite el desarrollo de soluciones en beneficio de las personas y con productos que incluso aún no se han inventado”, asegura Matías Spagui, Director senior de Mercado pago Chile.
Hasta el año 2016, solo los bancos podían emitir tarjetas y ofrecer productos financieros, lo que dejaba a muchas personas fuera del sistema bancario. Hoy en día, gracias a las fintech, estas personas sub-bancarizadas tienen acceso a alternativas digitales incentivando a las entidades tradicionales a mejorar y adaptarse para mantenerse competitivas en un entorno digital de constante evolución.
“La inclusión financiera digital junto al desarrollo de la economía digital es súper importante y no solamente pensando en personas, sino que también en soluciones para los comercios. Porque ahí hay un montón de cosas que benefician al desarrollo del país. Por ejemplo, la formalización o la formalidad. El darle estas herramientas para poder cobrar con tarjetas es un tremendo beneficio, en un contexto donde hay una discusión de reforma tributaria, de aportar nuestro grano de arena desde el mundo de adquirencia en ampliar la formalidad en Chile y el crecimiento del país. Aquellos mercados que deciden embarcarse en la economía digital logran crecer más de tres veces que los tradicionales. La pregunta es, ¿aceptamos el reto?”, concluye Spagui.
