Señor Director:
Vemos con preocupación cómo el comercio informal ha regresado con fuerza a sectores tradicionales de nuestra ciudad, como el Barrio Meiggs. En su momento, valoramos las intervenciones y planes aplicados por las autoridades para controlar este grave problema, pero hemos insistido en la necesidad de que se apliquen soluciones verdaderamente sostenibles en el tiempo. El comercio ambulante, estrechamente vinculado a la actual crisis de seguridad, le quita día a día espacios antes seguros a los vecinos, trabajadores, empresas y consumidores. Es un fenómeno donde persiste el abuso de mafias organizadas, competencia desleal con el comercio establecido y con los nuevos emprendimientos, y que priva de valiosos recursos tributarios al Estado para llevar adelante iniciativas en pos del bienestar de la población en su conjunto. Se requieren de forma urgente medidas que tiendan a erradicar las actividades ilícitas, fomentar la formalización responsable, y tender al trato justo para con consumidores y comerciantes. Pedimos, una vez más, que se respeten las reglas establecidas para poder ejercer la actividad y que el Estado sea garante del cumplimiento de esas normas. Asimismo, reiteramos nuestra disposición a colaborar con cualquier iniciativa que avance en esta dirección.
