En la “colmena”, como llama Magdalena Echeverría a EnvuelBee, el emprendimiento que gestó hace 5 años con Trinidad Lira, trabajan hoy seis personas, todas mujeres, produciendo un artículo innovador en Chile: una tela de algodón impregnada en cera de abejas para envolver alimentos.
Ambas viven en Puerto Varas, a orillas del Lago Llanquihue. la primera ciudad en Chile que prohibió las bolsas plásticas, en 2014, y en el extranjero encontraron una solución ecológica para reemplazar el plástico film y las bolsas resellables. “En 2017, Trinidad y yo conocimos esta tela con cera de abeja en el extranjero y, cada una por su lado, empezamos a producirla en Chile”, cuenta Magdalena, quien conoció a la que sería su socia a través del jardín infantil de sus hijos. Al saber que ambas tenían la misma idea, en vez de competir, decidieron unirse y colaborar, y desde la ribera del lago Llanquihue, dieron vida a EnvuelBee. “Nuestra materia prima es una tela 100% de algodón que impregnamos con una mezcla que contiene como principal activo la cera de abeja. Esta cera tiene una barrera natural antibacteriana y antimicótica, que traspasamos a la tela y de esta manera nuestro producto, además de reemplazar los plásticos desechables, genera mayor duración en los alimentos, con lo que aportamos a disminuir el desperdicio de comida”, cuenta Magdalena.
Como muchos avances científicos, esta técnica que parece novedosa, ya era conocida por los antiguos egipcios, que alargaban la vida útil de sus alimentos con este subproducto del trabajo de las abejas. Hoy, gracias al empuje de Magdalena y Trinidad, este secreto faraónico está disponible, para todo Chile y el mundo, a un click de compra en envuelbee.cl y en una serie de tiendas en más de 20 ciudades, incluidos grandes del retail como Jumbo, Líder y Falabella.
“Desde un principio, analizando nuestra situación geográfica (ambas siguen viviendo en Puerto Varas) y familiar (ambas son madres de familias numerosas), decidimos que primero teníamos que desarrollar un e-commerce potente, con medios de pago habilitados y que pudiera despachar a todo Chile”, cuenta Magdalena.
Las “abeja-reinas” de EnvuelBee habían desarrollado emprendimientos previos y una de las grandes lecciones que sacaron de esas experiencias fue “saltarse” el primer paso que dan muchos emprendedores: vender a través de RRSS, sin medios de pago formales. “Te puedes quedar pegado ahí por mucho tiempo. Nosotros salimos al mercado con todo el aparataje listo, y siempre mirando al retail, también como una decisión valórica: creemos que debe convertirse en un producto de consumo masivo. Ojalá bajando precios”.
Como en muchas de las historias de emprendimientos locales, CORFO fue clave en el empuje inicial de este proyecto: “Postulamos a un fondo cuando estábamos comenzando. Hemos crecido muy orgánicamente, con capital propio, de manera que nunca tuvimos que recurrir a la banca, reinvirtiendo las utilidades en nuestra empresa”, dice Magdalena, quien reconoce que han “aprovechado bien las herramientas” que ofrece el ecosistema de apoyo al emprendimiento en Chile, como los instrumentos creados para revertir las pérdidas generadas por la pandemia. Sin embargo, cree que el acceso podría mejorar: “A veces no es tan fácil postular, es engorroso, y el emprendedor tiene poco tiempo disponible. Para las pymes que tienen dueños con niveles educacionales un poco más bajos es muy difícil acceder a esas herramientas”.
Mientras siguen creciendo en puntos de venta y creando nuevos formatos, como las bolsas o el recién lanzado rollo de papel encerado (lo más parecido al contaminante filme plástico), en EnvuelBee están satisfechas por el aporte que están realizando. “Tuvimos un timming bueno con el despertar de la conciencia ecológica en Chile, cada vez hay más personas preocupadas por lo que compran y nuestro producto no sólo se genera a partir de la cera de apicultores de la zona, sino que es reutilizable y compostable”. Además, han trabajado en conjunto con emprendedores de otros ámbitos, como los diseñadores de Lotus Sagrado y Hued Hued, que han sumado un toque chileno a la imagen del producto.
“EnvuelBee comenzó como un sueño en la cocina de nuestra casa y hoy está presente en más de 3.000 hogares, además de tiendas, colegios, restaurantes, panaderías y hoteles en Chile”, dicen las socias, destacando el desarrollo de que hicieron para el Patagonia Camp, el primer hotel libre de plástico en Sudamérica, donde sus pasajeros encontrarán los alimentos envueltos en este material de pasado egipcio y presente chileno.
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