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Proyectos Innovación y Emprendimiento

FRESHWATER

Un problema de salud de su hija, impulsó al chileno Héctor Pino a innovar con un aparato tecnológico sencillo que logra extraer agua purificada desde el aire.

Los niños que ya tienen la máquina Urban, o su versión más simple, la Ecco, la llaman “La Nube”, porque este invento que surgió en la cabeza del ingeniero forestal chileno Héctor Pino realmente es eso: un acelerador del proceso natural de formación del agua, que capta las microgotas de la humedad ambiente, generando agua potable, extra pura, en lugares que no cuentan con ella, como el norte de Chile. “Los niños dicen que tienen una nube en su colegio”, cuenta Pino, a casi 10 años del nacimiento de su emprendimiento social: FreshWater.

La necesidad de desarrollar una idea como la de Freshwater surgió años antes y por un motivo personal. Una hija de Héctor Pino nació con un problema de salud, que la obligaba a tomar antibióticos, con graves efectos secundarios, que era posible combatir con un agua extra pura, específicamente la que se consigue del aire.   La tecnología ya existía, pero a nivel militar, como en submarinos y a costos inalcanzables.

En 2007 comenzó a desarrollar el prototipo de un aparato doméstico que lograra captar agua del aire y en 2010 su hija ya tomaba este producto. “Gracias al Agua del Aire pudo recuperar su riñón, crecer y desarrollarse, mejorando su calidad de vida”, dice Pino.

En 2013 se une al diseñador Alberto González y al ingeniero naval especializado en submarinos Carlos Blamey para llevar esta solución a otras personas que la necesitan, especialmente en un país que se desertifica cada día. Nacía así FreshWater, empresa social dedicada a entregar agua purificada de calidad.

La innovación y tecnología  #ClimateTech, según el modelo y sujeto a condiciones del entorno,  permite obtener entre 15 a 5000 litros al día de agua purificada para consumo humano: sin sodio, ni cloro, ni flúor, ni químicos, ni preservantes, ni metales pesados o minerales dañinos. Es agua de alta calidad recomendada para mitigar enfermedades como alergia alimentaria, diabetes, sistema urinario, problemas digestivos, entre otros.

Al año siguiente, en 2014 este emprendimiento logró el apoyo de SociaLab. “Gracias a eso empezamos a darnos cuenta este proyecto tenía que ser sostenible en el tiempo: la pregunta era cómo se hace sostenible un negocio con impacto social. Porque son otras las variables que tú vendes: aquí vendes consecuencias”, reflexiona Pino sobre los inicios de FreshWater.

Los impactos económicos y sociales que puede lograr un emprendimiento social como este no pueden ser evaluados de manera tradicional. “Eso nos llevó a desarrollar una metodología en 3 fases en los lugares a los que llegamos: cómo implementamos, evaluamos y hacemos seguimiento”, dice Pino, quien enfatiza que su objetivo es llegar a aquellas comunidades que ya están afectadas por la sequía que acecha al país y que no es llegar e instalar el aparato: ellos llegan antes a las comunidades que necesitan el agua, conocen sus necesidades y luego hacen un seguimiento

En 2015, gracias al programa de StartUp Chile,  la primera comunidad que recibió FreshWater fue Cachiyuyo, un pequeño poblado de la región de Atacama, famoso por un comercial de telecomunicaciones en los 90.

Para llegar a esos lugares, en FreshWater trabajan con alianzas público- privadas, aunque también tienen venta a través de su página web. Pino aclara que el suyo es un emprendimiento social:  “La falta de agua adecuada no era solo un problema de mi hija, en Chile más de 2 millones de personas no tienen acceso a agua potable en zonas rurales y suburbanas, situación que se ha incrementado hacia las zonas urbanas, en Latinoamérica y el Caribe más de 34 millones de personas que no tienen acceso a agua para beber en zonas rurales”.

“Los gobiernos están entregando agua a las comunidades rurales a través de pozos o camiones aljibe, pero el agua que entregan está generalmente contaminada. Así que el desafío de equidad social es entregar una solución efectiva y propia, sin depender de terceros para su abastecimiento. Dar una fuente alternativa de agua renovable”

A nivel de costos, la comunidad recibe una fuente ilimitada de agua alta calidad, cuyo costo es de $40 por litro, muy por debajo de agua en botellones, de calidad inferior, que oscila entre $150 y $300 por litro. EL agua generada por FreshWater, de similar calidad, se encuentra en el mercado envasada por entre $4.000 y $5.000 por litro, una diferencia sideral, a la hora de reducir las desigualdades, especialmente donde no hay agua o está contaminada.

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