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Proyectos Innovación y Emprendimiento

OK TO SHOP

La inquietud por mantener su dieta vegana llevó a Sebastián Wilson a crear un servicio que cumple una función que puede ser vital: detallar los ingredientes de los alimentos que compramos.

Si bien es programador, su innovación OK To Shop ha convertido a Sebastián Wilson en un  nutricionista y químico amateur, de esos que te cuentan “anécdotas”, como que casi todo lo que comemos de  color rojizo contiene carmín de cochinilla, y que es cosa de mirar la etiqueta de un alimento para comprobarlo, aunque a veces se oculta bajo el código E120. Sí, cochinilla es un insecto, que al ser procesado genera un polvo de intenso color rojo, que está autorizado en todo el mundo como colorante para comidas y maquillajes, entre otros.

“No quiero demonizar”, dice Wilson al ver la cara de sorpresa de su interlocutor. “En las etiquetas también puedes ver que algunos alimentos que tienen, por ejemplo, riboflavina, que es Vitamina B2, que es muy buena para el organismo”.

Wilson se convirtió en un experto en etiquetas y alimentos casi por casualidad. A fines de 2018 trabajaba como programador diseñando aplicaciones para terceros cuando compró una sopa instantánea, de esas que se preparan con agua hirviendo. “Los programadores no tenemos una dieta muy balanceada”, reconoce Wilson, que en todo caso es vegano. Al probar la sopa instantánea, Wilson se dio cuenta que tenía un sabor extraño. Fue cuando dio vuelta al envase y leyó que dentro de los ingredientes había “caldo de pollo”, un ingrediente que él por ser vegetariano en ese momento, no consumía. En ese momento pensó: “alguien debería hacer una app para saber qué contiene la comida que compramos’”. Aún sin captar la ironía de su razonamiento, Wilson investigó el tema.

“Más de un tercio de la población, en Chile y el mundo, tiene restricciones alimentarias. Y está en aumento, en 10 años se estima que la mitad de la población tenga una. Y la única opción para saber si lo que compramos tiene algún ingrediente que no podemos consumir, es leyendo las etiquetas, que a veces son ilegibles o confusas”, afirma el programador, que en 2019 asistió a una charla para emprendedores, con Juan Pablo Cuevas, cofundador de Cornershop.

“Me dije: trabajo para terceros, pero no le estoy cambiando la vida a nadie, así que en marzo de 2019 hice un acto de renuncia y me lancé”, cuenta Wilson, quien se decidió a crear una app sencilla que permitiera averiguar, con un click, los ingredientes de los alimentos. Sonaba simple, pero hubo dificultades.

El primer obstáculo fue la falta de información. Si bien ya estaba vigente la Ley de Etiquetado, que obliga a detallar los ingredientes en los envases, no existía un consolidado con esa información. “Necesitábamos poblar la base de datos, así que íbamos a los supermercados y tomábamos fotos. Fue una pega bien clandestina, pero era fundamental porque los productores de alimentos no nos enviaban esa información”, dice Wilson, quien incluso recurrió a la Ley de Transparencia en el Ministerio de Salud.

Los supermercados tampoco tenían ese detalle nutricional, así que uno de los primeros negocios de OK To Shop fue venderles esas bases de datos. “En Chile somos malos para pagar por aplicaciones, así que lo era un problema al principio, se transformó en el modelo de negocios”. Hasta ese momento, Wilson había ocupado sus ahorros para financiar su idea, pero luego concretaron clientes y después de 3 años en el mercado, con 10 clientes, es que obtuvieron fondos de CORFO, reconocimientos y premios, como el Tecla de Caja Los Andes.

En septiembre de 2019 se lanzó la app con los primeros 10 mil productos y rápidamente comenzaron a crecer en usuarios y productos, siempre con los supermercados como clientes, pero llegó octubre de ese año y las prioridades en el retail cambiaron.

Una nueva circunstancia externa, la pandemia, dio otro giro a la innovación: “Se potenció la venta online, con muchos problemas porque el retail no estaba preparado y no tenía toda la información de los productos en venta para informar a sus consumidores. Así que en 2020 logramos un acuerdo con Jumbo y luego se sumaron todos. Hoy toda la información nutricional de los supermercados proviene de nosotros”, dice Wilson, quien afirma que están sumando productos de comercios de nicho, como Mermoz.    

Gracias a que la app está subsidiada, no tiene costo para el usuario. Tampoco se piden datos personales, menos una tarjeta de crédito. Solo un nombre y las preferencias alimentarias. Actualmente, cuentan con 80 mil descargas y siguen sumando clientes no sólo de Chile: ya están en Perú, con Tottus.

Actualmente, OK to Shop, que ya emplea a 7 personas, prepara una nueva innovación: la app ya no sólo permitirá conocer la información nutricional, sino que indicará dónde comprar un producto y a qué precio. “Esperamos con esto, no sólo las personas con preferencias alimentarias nos usen, sino que nos vean como un comparador de precios. Eso nos llevará a que las marcas nos patrocinen”, proyecta Wilson, quien reconoce un cambio en el mercado: “Hoy, los consumidores están más exigentes y los productores, que al principio no nos pescaban, ahora nos buscan porque les interesa hacer una propuesta de valor”. 

Y aunque prefiere no revelar marcas, Wilson termina la entrevista con otros de esos datos que generan atención en las conversaciones cotidianas: ¿Cuál es el producto más tóxico de todo el catálogo? Una crema en polvo de espárragos, que tiene más colesterol que el tocino, o una prepizza, que tiene un listado de más de ¡80 ingredientes!

Conoce de OK to Shop aquí.