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francisco

Proyectos Innovación y Emprendimiento

POLYNATURAL

De tesis doctoral a una solución natural para recubrir la fruta, en Chile surge un reemplazo orgánico para los productos sintéticos que abrillantan la cáscara de lo que comemos y exportamos.

Cuando Francisco Palma, bioquímico chileno, explica que el tentador brillo de una manzana es en realidad un recubrimiento de ceras naturales emulsionadas con ingredientes sintéticos (entre los cuales se pueden encontrar derivados del petróleo) y que un simple lavado no basta para eliminarlo, es inevitable sentir rechazo. Eso, si la fruta proviene de una empresa que aún no cuenta con Shel Life, el innovador recubrimiento natural para la fruta que Palma creó y desarrolló a través de su emprendimiento Polynatural.

La idea surgió en la tesis doctoral que Palma presentó para obtener el Doctorado en Ingeniería Química UC, en 2015. “Quería desarrollar algo que alcanzara a la mayor parte de la población y que usara ingredientes naturales”. Con esos dos objetivos claros, Palma se dedicó a llevar su idea del ámbito universitaria a una empresa real.

“Hay una industria detrás de los recubrimientos de fruta fresca, que son principalmente de origen sintético y que es lo que consumimos día a día”, dice Palma, quien desarrolló una fórmula alternativa, 100% natural, que bautizó como Shel Life, pues alarga la vida (life) de la cáscara (shel) de la fruta.

“Es un producto certificado para el uso orgánico”, destaca este emprendedor, quien recorrió el mismo camino que otros chilenos con una idea innovadora: “Salí en búsqueda de financiamiento y tuve el apoyo de Corfo, una institución que permite crecer. Finalmente, en 2017 recibimos la primera inversión privada”, dice Palma, quien hoy trabaja con más de 10 personas.

Shel Life no sólo cumple los mismos objetivos que las ceras sintéticas, sino que extiende la vida útil de la fruta, evitando el desperdicio de alimento. En el proceso de cosecha y embalaje se pierde entre el 20% y el 40% , según datos de Gestión Procosecha del 2011, que Polynatural cita en su web.

“Esto va más allá de la estética, que la fruta se vea linda; es un producto que cuando recubre la fruta evita la deshidratación y alarga su vida, lo que, de paso, ayuda disminuir el desperdicio de comida”, dice Palma, quien destaca el aporte social de su innovación. Polynatural calcula en 273 las toneladas de frutas y verduras que evitaron el basurero gracias a la aplicación de Shel Life, con un ahorro de 157 mil metros cúbicos de agua, durante el 2021.

Otra ventaja que ha facilitado su incorporación en frutícolas chilenas es que este nuevo material puede ser aplicado con la misma tecnología que hoy se usa para recubrir la fruta con la cera sintética. Y si bien Palma cuenta que han salido otros productos con alternativas naturales, “con los años de experiencia que tenemos, podemos competir en costos en mejores condiciones con la opción que contiene ingredientes sintéticos. Además, nuestros beneficios, como la fácil aplicación y la duración del producto son muy distintos”, analiza Palma: “No hay un producto con los mismos estándares de calidad”.

La pandemia fue un duro golpe para Polynatural, ya que impidió a su equipo ir directamente a las frutícolas a presentar esta innovación, que es algo que Palma identifica como clave para entrar en el mercado. “Eso es algo muy desafiante hasta hoy y tiene que ver con la idiosincrasia de la industria; es muy conservadora, con poca innovación.  Sin embargo, las empresas están comenzando a abrir sus puertas para probar, que es el puntapié inicial. De ahí a generar una orden de compra, es un proceso largo, donde la generación de confianza es importante”, dice este emprendedor.

Polynatural ha logrado generar esa confianza y más de 35 mil toneladas de frutas recubiertas con Shel Life han sido exportadas de Chile al mundo. Y el mundo está conociendo esta innovación chilena, ya que frutícolas de Argentina, Perú, Colombia, México y EE.UU. están trabajando con Shel Life.

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